El ruibarbo (Rheum rhabarbarum) es una planta comestible ingresada a la Provincia por los primeros misioneros anglicanos -finales del S XIX-, que con el paso de los años se incorporó en la gastronomía fueguina a la perfección.

Esta hortaliza de estación fría se adapta a climas adversos y crece en una amplia variedad de suelos, pero se recomienda que sea en suelos bien drenados y fertilizados con abono compuesto y en espacios con buena exposición solar.

La cosecha se realiza a comienzos del verano, antes de que la aumente la concentración de ácido oxálico.

El tallo puede consumirse crudo, en ensaladas con aderezos y también cocido como compota, en mermelada o como relleno del clásico pastel de ruibarbo.

Los productores locales nos sorprenden con exquisitas mermeladas de ruibarbo, postres y panificaciones como tartas, alfajores, como así también en relleno de chocolates.

Mermelada de Ruibarbo Ingredientes: • 1 kg de ruibarbo • 800 gr de azúcar • El jugo de un limón • Agua en cantidad necesaria • Clavo de olor

Preparación: Pelar bien los tallos de ruibarbo, quitándoles los hilitos, lavarlos bien y cortarlos en rebanadas de 2 cm aproximadamente. Luego, dejar reposar durante toda la noche el ruibarbo en la mitad del azúcar. Al día siguiente, hervirlo unos 5 minutos y luego agregar el resto del azúcar y dejar cocinar revolviendo con una cuchara de madera. Agregar el jugo de limón y el clavo de olor y seguir revolviendo hasta obtener el punto deseado. Apagar y dejar reposar. De un kilo de ruibarbo sale un frasco de medio kilo aproximadamente, de mermelada.

El punto de mermelada se logra viendo el fondo de la cazuela, también se puede hacer la prueba del plato.

Tener precaución de cubrirse los brazos, ya que es una mezcla que salta mucho (como el membrillo).

Agregar el licor y envasar cuando el dulce todavía esté caliente en tarros esterilizados.