En comunicación con Minuto Fueguino, dialogó Patricia, mamá de un estudiante del Centro C.E.P.J.A.D comentó sobre la situación actual que están viviendo a nivel educativo. Cabe destacar que, dicha institución hace prácticamente dos años que no está teniendo clases, “en medio de la Pandemia uno dejó de mandar los chicos a la escuela y se suspendieron las clases, este año las escuelas comenzaron a funcionar y nuestros chicos no” dijo una madre a Minuto Fueguino.

Hace dos semanas los padres se presentaron en la institución, para observar el estado en el que se encuentra “pensamos que los chicos no volvían por el Covid, pero el centro está destruido” recordamos que aproximadamente fue inaugurado hace cinco años y está completamente abandonado. Les prometieron posibles arreglos y ya están trabajando en el lugar, se encontraron con un empleado de una empresa que se encarga de la refacción y el mismo les comentó sobre el estado en el que se encuentra el centro.

“En el 2019 se hizo la instalación de gas nueva porque estaban conectadas a la conexión de la escuela Casita de Luz” comentó. El espacio se encuentra en mal estado, “los baños están inundados, los cerámicos están reventados, el agua ese congeló y rompió los caños, se destruyeron los equipos de calefacción, se levantó el durlox. Se fueron, apagaron todo y cerraron un año, a los responsables les tendrían que hacer un sumario y responder con sus bienes personales porque no se puede destruir un edificio público” narró.

No solo es el daño a nivel material de la institución, sino que también a nivel educativo, ya que los estudiantes no pueden regresar a clases, “tienen virtuales, pero es muy difícil. Si le cuesta al resto a nuestros hijos que poseen una discapacidad también se les dificulta”. Aseguró que, algunos participan de las clases por videollamada “pero depende del área, la oferta que arme el docente y del chico. Como mamá valoro el trabajo de los profes, igualmente nunca la virtualidad reemplazará a la presencialidad” explicó Patricia.

Estos estudiantes que tienen este tipo de discapacidad requieren de atención, paciencia, contacto social, rutina escolar. Es lamentable saber que mucho de los jóvenes que asisten, no pueden ingresar a otro lugar, ya que “no les permiten ir a la EMEI porque no da con el perfil, tampoco al CAAD, Talleres que da el Cepet tampoco”, este sería el único espacio donde ellos socializan y reciben educación.

Confirmó que se comunicó Hugo Fernández, “me envío fotos y me dijo que cree que en la semana lo más grueso estaría terminado, algunas mamás aseguraron que todavía se encuentra en obra y que no está para habitar. Es una vergüenza, no podés irte de tu casa y dejarla a la buena de Dios porque, obviamente, después de un año está todo destruido”. Asimismo, se realizaron trabajos de desratización, ya que en este tiempo se encontraron roedores.

Desde el inicio de las denuncias sobre la institución, “colocaron un nuevo equipo de calefacción y me imagino que habrán calculado que la conexión eléctrica va a bancar a esos equipos conectados. Están armando el centro de nuevo”. Recordemos que esta institución se conformó gracias a los reclamos de los padres, “surgió cuando de un día para el otro nuestros hijos finalizaron el colegio secundario con 17 años y nosotros no teníamos ningún otro lugar a donde puedan asistir. Entonces, entre todos conformamos un recurso de amparo y el juez determino que el Ministerio debía garantizar la continuidad de la escolarización de estos jóvenes, desde allí armamos el proyecto y hablamos con muchas personas” continuó.

Agregó que “es un sitio muy valioso, nosotros lo cuidamos y también exigimos que las autoridades deben cuidarlo”. Por el momento, están a la espera de la habilitación y la vacunación para estudiantes y docentes porque “tampoco la idea es que vayan a la escuela estén desprotegidos, por la situación actual. Los papás estamos con informes y estudios médicos para que los chicos se puedan vacunar y solo han vacunado a tres” concluyó.