Eduardo Buchieri, padre de Alejandro el docente desaparecido hace algunos días en la ciudad de Río Grande quiere que la justicia le dé una respuesta ante la desaparición de su hijo. Se encuentra en la provincia de Córdoba y están viviendo con el dolor de no saber qué pasó con su hijo.

Hace más de un año que no ven a su hijo tras el inicio de la pandemia, y lamentablemente luego de cinco días de búsqueda no se lo ha encontrado.

En este difícil momento el padre expresó "No hay nada que sea comparable a este horror que como familia estamos viviendo. Al no saber si un hijo está vivo o muerto y dónde está. Es un dolor que no se puede resistir"

"Estoy a 3 mil kilómetros de Río Grande, apelo a la comunidad de esa ciudad que si tiene alguna información que dar que la brinden. También pido que la justicia actúe con más celeridad, que lo haga por una cuestión de solidaridad humana. Yo quiero encontrar a mi hijo de la forma que sea. Mi hijo es una buena persona, mucha gente lo conoció porque era artista plástico y estaba lleno de amigos. Se fue a Río Grande por tema de trabajo para poder Progresar en la vida" refirió.

También señaló "No voy hablar de la vida personal de mi hijo ni de la vida personal de la persona que lo acompañaba. Solamente como papá no estoy convencido de que mi hijo haya cometido tal imprudencia de meterse al mar. Puede suceder, todos nos equivocamos pero tengo el derecho como papá de que se abran todas las líneas de investigación para que cuanto antes se lo encuentre. Y que haya paz en esta familia que esta destruida" solicitó el progenitor.

Sobre los allanamientos que se realizaron el día domingo en la vivienda de su hijo expresó "estoy conforme y contento que todos se empiecen a movilizar. La gente de Río Grande se que es Solidaria, hay alguien que habrá visto algo y pueda colaborar. Simplemente quiero encontrarlo" imploró y resaltó "apelo a la justicia que se ponga en el corazón de padre y ponga todas las medidas procesales necesarias para llegar a un veredicto".

"No pretendo ni una otra cosa, no tengo rencor. Estoy enfermo y pasando por esta penuria. Cambio mi vida por la de mi hijo, que me lo devuelvan, hace cinco días que no comemos y no dormimos con mi mujer" suplicó el padre de Alejandro, el joven docente de 35 años.