A sus 25 años, Claudia decide contar la traumática experiencia que debio atravesar desde muy pequeña hasta gran parte de su adolescencia: era abusada sistemáticamente por la pareja de su madre. Si bien a sus 9 años de edad, ella decidió contar lo que estaba sucediendo a su madre, la misma hizo caso omiso de su relato. Hoy con mayoría de edad, decidió iniciar la denuncia pertinente encontrándose para su sorpresa, con dos casos más de víctimas del mismo hombre.

En declaraciones con Minuto Fueguino, decidió relatar lo sucedido en manos de quien se suponía que la debían proteger. “Recuerdo que fue una casa alpina pero no recuerdo la calle ni nada por el estilo. Esta persona buscaba siempre los momentos que estaba sola durmiendo o en los que mi progenitora no estaba”.

“Al principio no me tocaba, solamente miraba cuando me bañaba o hacia que lo tocara, de adulta si me empezó a tocar y fue más feo, es difícil de contar hasta el día de hoy. Pude hablar porque le surgió a una persona cercana, a mi cuñada”, relató.

Esta familiar cercana le comentó que paso por una situación similar con esta misma persona, “cuando me lo contó ella quedé helada, cuando nos vimos personalmente le conté toda mi verdad y ella no lo podía creer. Ella es la novia de mi hermano, le confiaba hasta su hijo a esta persona, era como su abuelo”.

Y continuó relatando, “intenté hablar a los 9 años cuando le dije directamente lo que me hacía a mi progenitora y ella me obligó a callar, me dijo que nunca le cuente a mi papá ni a nadie más porque podía lastimar a mi familia. Ella no hizo nada, preparó la comida y nos sentamos a comer, en su momento le preguntó que me había hecho y él decía que era mentira, me miraba y me decía “decile que es mentira” y a mí me daba mucho miedo su cara, hasta el día de hoy me duele. Tenía 9 años, era manipulable, y tanto mi progenitora como el acusado son dos personas que te manipulan. Preferí quedarme con todo eso para no hacerles daño a mis hermanos”, lamentó.

El fin del calvario fue a los 17 años, cuando la misma se fue de la casa donde convivía con su abusador, “me peleo con mi progenitora, ella me echa de la casa y fue el fin, jamás volví a esa casa. Me fui a vivir con mi papá, vivíamos en una pensión hasta que nos pudimos ir a alquilar y terminé el colegio, ahí comenzó mi vida directamente”.

En febrero de 2021 decide iniciar la denuncia pertinente, “exactamente en febrero dije “esta persona ya no es mi mamá”, cuando supe que le pasó a mí fue el límite. Me di cuenta que esta persona estaba haciendo lo mismo que hizo con esa niña de 9 años, que le estaba pidiendo ayuda a gritos. Ahí me di cuenta que estaba repitiendo el mismo patrón y la misma historia, pero yo si le creí a mi cuñada y sabía que estaba diciendo la verdad. Opté por decirle directamente a mi suegro, no le conté ni la mitad de las cosas y me dijo; “esto está mal, esto hay que ir a denunciarlo”, ahí fue cuando encontré verdaderamente refugio”, manifestó la mujer, cuestionándose el tiempo que permaneció callada, “lamentablemente le tuvo que pasar a otra persona para yo poder sacarme la mochila que llevé durante tantos años”.

En el medio del proceso de denuncia, continuaba cuestionándose la integridad de sus hermanos, “hasta el día de hoy pienso tanto en mis hermanos, son todos menores de edad. Pienso que ellos estaban todavía en contacto con este tipo ese mismo febrero del 2021 y ella no hacía nada. Me desesperaba saber que seguían en peligro”.

En esa instancia, previamente a las denuncias se encuentran con otro caso más de la misma persona, “resulta ser la hijastra de su anterior matrimonio, abusó sexualmente también de ella. Tenía un recuerdo de algo que había pasado una vez, pero no sabía que era ella, pensé que le había pasado a la hermana. Investigando y hablando con ellos nos dimos cuenta que a una de ellas la golpeada mucho y de la otra había abusado. Estábamos bloqueadas, en el lapso de dos días nos enteramos que no era una sola, éramos tres víctimas”.

Sobre las conductas del abusador, evidenció, “este tipo de personas buscan un patrón especifico de mujeres, mujeres que se puedan manipular, que los ayuden, apañen, que sean cómplices de ellos. Buscan ese tipo de perfil porque tanto su mamá como la mía, tienen rasgos similares, porque su mamá había visto y cuando ella intentó hablar no le creyó. Esto me pareció asombroso la verdad”.

“Creo que en este caso y con mi progenitora, deben pagar. Ella escuchó con lujo y detalles todo lo que esta persona me hacía, que eso fue el 6 de febrero, y que ella lo siga permitiendo con lo que le pasó a mi cuñada, está mal, por eso creo que a esta altura ella tiene que pagar, es una persona que no la considero capaz de tener a cargo a tres menores de edad”, sostuvo.

Por último, manifestó que la causa se tramita por el Juzgado de Instrucción N°2, “es una persona que tengo miedo que se fugue, ya lo vimos con Nemesio Gallardo y la verdad es que es una persona capaz de hacerlo. Por eso desde este lado pedimos la prisión preventiva”.