En una entrevista exclusiva con Minuto Fueguino, una vecina de la ciudad relató la dramática situación que atraviesa desde hace años como víctima de violencia de género, luego de haber realizado según sus propias palabras más de treinta denuncias contra su expareja sin obtener una respuesta judicial que garantice su seguridad y la de sus hijos.
La mujer, cuya identidad se reserva por razones de seguridad, contó que la violencia se fue agravando con el paso del tiempo y que, pese a las medidas dispuestas, como la exclusión del hogar y la prohibición de acercamiento, el agresor continúa hostigándola. “Estoy cansada de que la justicia sea tan lenta, que una mujer tenga que defenderse miles de veces con denuncias y no se haga lo que corresponde. Tiene que hacerse viral para que alguien escuche”, expresó.
Un ciclo de miedo y desprotección
Durante la entrevista, la víctima describió el nivel de temor con el que vive a diario: “Duermo todas las noches con el corazón en la garganta y con un cuchillo al lado para defender a mis hijos, porque me han amenazado con prenderme fuego la casa, romperme los vidrios y cortarme la luz”.Según explicó, las amenazas no solo provienen de su expareja, sino también de allegados y familiares de él, quienes continúan hostigándola. “Las hermanas me insultan, me dicen que me van a cortar la luz y que me van a echar. A la noche me mandan gente a amenazarme, que me iban a prender fuego la casa o romper los vidrios. Estoy cansada, porque está en juego la vida mía y de mis hijos”, relató entre lágrimas.
Un nuevo episodio de abuso
La mujer también denunció que el pasado fin de semana volvió a sufrir una agresión por parte del mismo hombre, quien según su testimonio reconoció haber abusado de ella mientras dormía. “Me levanté rara, me dolían las entrepiernas y no entendía qué pasaba. Cuando le pregunté, me dijo: ‘Porque tenía ganas, abusé de vos’. Es un montón”, contó conmocionada.La víctima aseguró haber radicado la denuncia correspondiente y detalló que la situación se repitió incluso después de ese episodio. “Esa misma noche volvió a intentar abusar de mí. No me creen, no lo detienen, no le ponen tobillera, nada. La justicia tarda un montón y mientras tanto yo sigo teniendo miedo”, expresó.
Inacción judicial y desamparo
A pesar de las denuncias y las medidas de restricción dictadas por el juzgado, la mujer sostuvo que el agresor continúa violando las órdenes sin consecuencias. “Él tiene una copia de la llave y entra igual. El lunes ingresó a mi casa mientras yo no estaba y después me mandó un mensaje diciendo que estaba adentro. Llamé a la policía y cuando vinieron, lo vieron ahí. Pero se fue solo, sin esposas ni orden judicial. Así no hay protección posible”, denunció.La víctima agregó que trabaja en un área del Gobierno y que el hombre suele merodear por su lugar de trabajo. “La policía me dice que no lo moleste, que no está haciendo nada. Pero si tiene la prohibición de acercamiento, ¿cómo quieren que no reaccione? Está por mi domicilio y por mi laburo”, afirmó, visiblemente angustiada.
Un llamado urgente a la Justicia
La mujer pidió que su caso no quede en el olvido y reclamó la intervención efectiva de las autoridades judiciales. “No quiero que mis hijos pasen frío ni hambre, solo quiero que su padre cumpla su rol sin violencia y que la justicia me proteja. Estoy cansada de tener miedo”, sostuvo.Su testimonio refleja una realidad que se repite en muchas familias fueguinas y pone en evidencia las fallas estructurales en la respuesta institucional ante la violencia de género. Mientras las denuncias se acumulan, el peligro continúa latente.
“Esto no es solo mi historia dijo, es la historia de muchas mujeres que se cansan de pedir ayuda y no las escuchan hasta que es tarde. Si la justicia no actúa, la violencia se repite. Yo ya no puedo más”.
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