Tras la denuncia por presunto maltrato a 13 perros de raza siberiana, que provocó la intervención del área de Zoonosis municipal y generó preocupación en sectores de la comunidad, Paula Martín, la propietaria de los animales, decidió romper el silencio y dar su versión de los hechos.
Todo comenzó cuando una vecina denunció que los perros se encontraban en malas condiciones, encerrados en jaulas, sin un resguardo adecuado. Esto motivó la intervención de una protectora de animales y del municipio, a través del número de denuncias 147. Paula explicó que la situación se dio en el contexto de una mudanza de emergencia desde el centro de la ciudad hacia una chacra.
“Los perros siempre vivieron dentro de nuestra casa. Teníamos un permiso especial de Zoonosis por la cantidad, ya que estaban en buen estado de salud, bien alimentados, con libretas sanitarias al día”, señaló Martín en Radio Provincia. Y agregó: “La mudanza fue de urgencia, y las casillas donde ahora iban a vivir con calefacción no estaban listas. Por eso, por seguridad, los mantuvimos en caniles dos días, para evitar que se escapen y dañen a otros animales de los alrededores”.
Según la mujer, nunca se maltrató a los animales: “Salían dos veces por día a pasear, hacían sus necesidades afuera y volvían a los caniles. Fue solo por precaución. Nadie se acercó a preguntar qué pasaba”. Paula asegura que entregó voluntariamente a los perros luego de que personal de Zoonosis le informara que, de no hacerlo, podría judicializarse el caso. “Preferí entregarlos para evitar el allanamiento. Me dijeron que así podía recuperarlos pronto”, relató.
Actualmente, los perros están alojados por el municipio. “Yo les llevo comida y golosinas. Están sufriendo, porque están en condiciones que no son las habituales para ellos. Hacen pis y caca en el mismo lugar donde duermen, eso no pasaba en la chacra”, manifestó, con angustia.
Consultada sobre si se dedica a la cría o venta de los animales, respondió: “Algunas veces han tenido crías, y si no nos podíamos quedar con todos, se regalaron o vendieron algunos para pagar vacunas. Pero no nos dedicamos a eso. La mayoría de mis perros son castrados”.
Sobre la denuncia, Paula fue tajante: “Es una sola vecina la que denunció. Yo ya tengo copia de esa denuncia. Las personas que me vendieron la chacra me advirtieron que esta señora ya había tenido problemas con los anteriores dueños. Nunca se acercó a hablar conmigo. Me denuncia y además me tira basura en el predio todos los días”.
También se refirió a publicaciones en redes sociales que promovían cachorros: “Sí, alguna vez los ofrecimos, pero no como criadero. Vendimos pocos. Los seguimos a los adoptantes y hasta les llevamos huesos. Siempre nos aseguramos de que estén bien cuidados”.
Martín aclaró que se está adecuando el predio para que los perros puedan regresar. “Estamos trabajando día y noche para terminar su casilla. Queremos que vuelvan con nosotros. Ellos están acostumbrados a vivir adentro, a comer comida natural, a correr. No están hechos para vivir encerrados”.
Por último, adelantó que iniciará acciones legales contra la vecina denunciante. “Me generó daño a mí y a mis animales. Lo que más me duele es que ellos estén sufriendo por culpa de gente que no tiene nada mejor que hacer. Yo vivo para esos perros”.
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