
Hay personas que deciden volver a la infancia a través de la confección de muñecos. Y cuando esa infancia se combina con la solidaridad, nacen proyectos únicos como el de “Muñecos Solidarios”, una iniciativa que transforma telas recicladas en juguetes que despiertan sonrisas.
Andrea Isa, profesora de los talleres de corte y confección y de Patchwork en el Centro Cultural Alem, contó en Radio Fueguina cómo se desarrolla esta maratón de confección que comenzó el martes y continuará hasta el viernes a la mañana. “Estamos realmente contentísimos por todo lo que logramos hasta hoy. El maratón sigue hasta el viernes y estamos trabajando junto a las alumnas de los dos talleres, reciclando telitas que recibimos como donación de Sueño Fueguino y de Armavir. Con todo eso estamos realizando unos muñecos que están hermosos”, expresó.
La actividad reúne a más de 70 mujeres que van rotando durante la jornada: algunas participan a la mañana, otras por la tarde, y otras se llevan los muñecos a sus casas para dar las últimas puntadas. “Estamos desde las 9:30 hasta las 15, pero se extiende porque les cuesta irse a las chicas. Entre charlas, música, café, se pasa un momento muy lindo. Las mujeres están muy a gusto, se conocen, comparten, y así van naciendo estos muñecos tan locos”, describió Andrea.
El proyecto no solo reutiliza materiales donados por fábricas y mercerías locales como Sueño Fueguino, Armavir, la Ferretería Rosario y la Mercería Ivonne, sino que también pone en valor las herramientas y máquinas de coser del propio Centro Cultural. “Las fábricas y las mercerías siempre nos colaboran. Ellos nos ayudan no solo con los muñecos, sino también con las cartucheras solidarias que este año hicimos por tercera vez”, agregó.
La meta de este año es ambiciosa: superar los 420 muñecos que lograron confeccionar en la edición anterior, los cuales fueron donados a los comedores que asiste el municipio. “Este año creo que vamos a superar esa cantidad. Solo ayer, en el primer día, hicimos 180 muñecos, y hoy avanzamos con muchos más”, anticipó con entusiasmo la profesora.
Pero lo más especial de estos muñecos no es la cantidad, sino su esencia. “Hacemos muñecos con caras raras, con ojos desparejos, más grandes, más chiquitos. Son muñecos diferentes, pero sin dudas van a despertar la imaginación de los niños que los van a recibir”, afirmó Andrea Isa.
Así, entre hilos, retazos y charlas, un grupo de mujeres transforma la solidaridad en un abrazo de tela para quienes más lo necesitan.
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