El histórico Club O’Higgins celebró su 67° aniversario en medio de la tristeza que aún persiste por el incendio que, hace dos años, destruyó gran parte de sus instalaciones. En esta fecha tan significativa, su presidenta, Lucy Toledo, expresó el dolor de la comunidad deportiva y social, pero también la esperanza de volver a levantar las puertas de la institución.

Toledo recordó los orígenes del club, fundado en 1958 por un grupo de vecinos inmigrantes, y lamentó que hoy atraviesen una de las etapas más difíciles de su historia. “Lamentablemente, tenemos materiales, pero nos falta mano de obra y recursos económicos. El gobierno nos brinda alguna ayuda, pero no alcanza. Antes podíamos organizar bingos importantes, pero hoy es imposible por los valores que se manejan”, explicó.

Actualmente, el club afronta un gasto fijo de alrededor de 200 mil pesos mensuales para sostener los servicios de luz y gas, sin contar con ingresos por el alquiler de su sede, que era una de sus principales fuentes de financiamiento. “Cada vez cuesta más pensar en levantar el club, pero no queremos bajar los brazos. Nuestro deseo es poder avanzar con el encofrado y la zapata para levantar las columnas. Tenemos chapas donadas para el techo, pero aún falta mucho más”, sostuvo la dirigente.

La presidenta no ocultó la emoción al describir lo que siente cada vez que ve las ruinas del club. “Me dan ganas de llorar. Tengo 68 años y desde chica viví todo lo que significa esta institución. Verla a cielo abierto es muy doloroso. Ojalá que el próximo aniversario podamos festejar dentro de nuestra casa”, expresó conmovida.

En cuanto a la situación posterior al incendio, Toledo manifestó un fuerte sentimiento de injusticia. “Siempre cuidamos el lugar, cumplíamos con los matafuegos, el mantenimiento eléctrico y todas las medidas de seguridad. El incendio fue externo, no fue por descuido nuestro. Mientras otras instituciones pudieron seguir adelante, nosotros quedamos a la deriva, tratando de levantarnos como podemos”, señaló.

Finalmente, hizo un llamado a la comunidad para sumar apoyos que permitan avanzar en la reconstrucción: “Me gustaría que la gente nos ayude con lo que pueda. Este club es parte de la historia de Río Grande, y necesitamos de todos para que vuelva a ponerse de pie”.