La llegada de la 1° Compañía de Tiradores a Río Grande en 1953 marcó un antes y un después en el crecimiento de la ciudad. Este le permitió avanzar con espacios que brinden abastecimiento a los vecinos, mediante la incorporación de lavanderías, panaderías, invernaderos, entre otros.

Cabe destacar que, en estas épocas el Batallón de Infantería de Marina, ya estaba presente desde julio de 1947. A pesar de tener todos estos servicios, los vecinos de igual forma asistían al supermercado La Anónima, para adquirir todos los alimentos y artículos necesarios para el hogar. Además, esta empresa se encargaba de monopolizar y marcar el estatus de ventas, los precios, productos, entre otros.

En 1971, llegaría SADOS, el supermercado de la Obra Social de la Armada, este se ubicaría en Avenida San Martín en las intersecciones con calle Don Bosco, dentro del predio del BIM 5. Esta empresa intenta romper este monopolio y afortunadamente, a los vecinos les agradó tener otro sitio en donde adquirir estos productos, ya que había una gran diferencia en el costo a comparación con otros locales.

Sin duda, que la población los eligiera los beneficiaba a grandes rasgos, el abaratamiento de los productos se generaba por la no utilización de transporte de traslado, ya que contaban con su propio trasporte naval que arribaba en el puerto que se ubicaba en el AGP. Posteriormente, con el crecimiento masivo se comenzarían a transportar vía terrestre y aérea.

Luego, el negocio se trasladó a la Cooperativa Eléctrica, donde intentó mantener y hacer frente a su competencia, pero esto no resultó, ya que la infraestructura no se acercaba a la que tenían en el predio del BIM 5. El espacio empezó a generar uno de los principales problemas y como solución se decidió vender al supermercado SUMA en el año 1989.

Este funcionó por muchos años, hasta que finalmente decide cerrar sus puertas en el año 2006 en consecuencia de las tres sucursales que había inaugurado La Anónima y se proyectaba la construcción de una cuarta, la cual se ubicaría en el actual barrio Intevu. Con los años el sector se utilizó para colocar el nuevo Montecarlo Shopping a cargo de la familia Nogar, la cual tiempo después, decidió cerrarlo para quedarse con la antigua e icónica sucursal ubicada en Espora 555.

Referencia/ Aire Libre