
Rafael Enríquez, hermano de Marcelo Enríquez submarinista del ARA San Juan, comentó como vivió él junto a su familia el acto homenaje que se realizó en la ciudad de Ushuaia. “Él como persona era un buen ser humano, un profesional”.
“El 15 de noviembre tuvimos el acto en la capital de la provincia, ya que fue el último puerto en donde se los vio a los 44 tripulantes. La fecha es especial para todo el pueblo argentino, es muy triste que un arma de guerra se les haya desaparecido al Estado”.
Recuerda la última vez que vió a su hermano, “estuve todo un domingo con él porque no lo dejaban salir de Ushuaia a más de 40 kilómetros. No tuvimos la oportunidad de hablar, lo único que me comento es que tenía fallas técnicas el submarino, tenía perdida de aceite, dijo que lo iban a arreglar, pero ellos zarparon una semana antes (8 de noviembre de 2017)”.
Aseguró que compartió una semana de la compañía de Marcelo Enríquez, “paseamos con él y compartimos una comida en el Shopping de Ushuaia, como cualquier persona. Había venido a la ciudad varias veces, una vez fue con el ARA Salta y otras embarcaciones”.
Recordó que, al momento de despedirlo, “ellos estaban alojados en la base de Ushuaia e iban a descansar ahí. Lo lleve hasta allí, lo deje, lo salude y lo único que me faltó fue un abrazo”. Jamás se podrá olvidar, “cuando íbamos a pescar juntos en el norte, salíamos a jugar al futbol y compartíamos muchos momentos juntos. Era mi único hermano varón”
Lamenta fuertemente no haberse bajado de su vehículo y abrazarlo, ya que cuando se entera de la desaparición del ARA San Juan fue mediante los medios de comunicación, “decían que estaban extraviados, paso unos días y la noticia era otra. Viaje a Mar del Plata donde estuve un mes con mis sobrinas porque tenían una fecha de regreso, la cual sería un 28 de noviembre, pero nunca llegó”.
Finalmente, manifestó: “Espero como familiar y ciudadano del pueblo argentino que se haga justicia y que se sepa la verdad. Queremos saber qué es lo que pasó con el ARA San Juan”.
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