Una familia que está viviendo un calvario, dos menores de edad fueron abusadas sexualmente por la expareja de su abuela desde pequeñas. Esta situación provocó que una de las niñas haya intentado quitarse la vida.

Su madre, relata que las dos hermanas de 18 y 15 años salieron el día sábado “supuestamente a un cumpleaños que las llevó el padre y eso a las 2 de la mañana me llama la menor de 15 años por teléfono”. Lamentablemente, esta comunicación se corta y la menor decide llamar a una amiga de la mujer comentándole “venite a tal lugar, que me llamó la de 15 años por teléfono diciéndome que su hermana (mayor de edad) está muerta y que hace rato se había caído, sin reaccionar. Fui a este sitio, el cual me sorprendió porque no las había dejado ahí, cuando llego estaba tirada en el piso con hipotermia”.

La ambulancia según lo que relata “tardó en llegar, le tomaron el pulso y la trasladaron al nosocomio local. Allí se quedó hasta las 15hs, que recién se despertó y ahí comenzó a llorar”, diciendo que su vida no tenía sentido, “tengo mi corazón hecho pedazos, ni siquiera pude defender a mi hermanita cuando era chica cuando la lastimaban” le dijo a su hermano.

Ante este relato, la mujer decidió conversar con la doctora a cargo de la menor, quien le recomendó llevarla a una psicóloga de carácter urgente. Posteriormente, volvió a la habitación para indagar sobre aquello que la víctima relataba confesando que ambas habían sido abusadas sexualmente por la expareja de su abuela.

Agregó que las palabras de las víctimas fueron: “prefería que me lastimara a mí en vez de que a ella y ni siquiera pude hacer eso”. Su madre comentó que “a los 10 años tuvo una parálisis facial que yo creo que era por lo mismo y a los 18 años se repite la historia, considero que fue por lo mismo. Supongo que ese día que salió fue con la idea de quitarse la vida para no hablar, porque todo esto la atormentaba y yo lo notaba porque nunca salía de casa, siempre estaba enojada, no quería que nadie ingrese a su habitación y no sabía por qué”.

Actualmente, la madre de dichas hermanas tuvo que dejar su puesto laboral, “porque las tengo que acompañar en este proceso. La de 15 años hace dos meses que no come” y entre esas cenas o reuniones comenzó a indagar si recordaba algo de esos años, a lo que ella confirmó lastimosamente. “Él las encerraba en una pieza a una en la casa de su abuela y a la otra fuera de ella, por lo que no podían defenderse. Las visitas que tenían eran los domingos de 10 a 17 horas” comentó.

Aseguró que, “yo le corté los permisos para verlos porque no la pasaban bien y volvían tristes. Cuando se tuvo que presentar en las audiencias del juzgado nunca llegó, así que les informé que se quedarían conmigo porque siempre que van a lo de su abuela vuelven llorando, pero jamás me dijeron lo que pasaba realmente”.

Hace menos de un mes “la mayor de 18 años me dijo: cuando quieras ir a lo de la abuela anda sola o no la invites porque no la quiero ver y tampoco a ese hombre, no quiero ir más”. Al momento de realizar la denuncia penal, el padre de las adolescentes le solicitó a su madre (abuela) que le dijerá el nombre completo y DNI de esta persona “a lo que le contesto que buscaría un abogado, dando a entender que le creía a este hombre. Automáticamente, le cortó la conversación. Luego le llamó de nuevo para decirle: hijo no te enojes conmigo”.

Finalmente, le sorprende lo rápido que está actuando la justicia ante este hecho, ya que “el viernes le realizarán las pericias ginecológicas a la mayor y la semana que viene a la menor (Cámara Gesell)”. La familia está viviendo una situación muy traumática y sumamente sorprendente ante este hecho que catalogan no haberse imaginado jamás.