
La directora del Hospital Regional Río Grande, Viviana Müller, confirmó la suspensión del otorgamiento de nuevos turnos programados a afiliados de determinadas obras sociales. La medida se tomó como último recurso ante la creciente deuda que mantiene el sistema de salud con el hospital y que compromete seriamente la continuidad de las prestaciones.
“Hasta ahora lo pudimos sostener, pero cada mes se hace más difícil. Se disminuyen los ingresos por parte del pago de las obras sociales y nosotros tenemos que hacer frente a muchas obligaciones”, explicó Müller en diálogo con Aire Libre Fm, quien detalló que el hospital necesita un piso de 600 millones de pesos mensuales para mantener el nivel de atención actual.
Actualmente, el hospital recibe diariamente entre 200 y 250 personas en la guardia y mantiene un promedio de 50 pacientes internados, cifra que puede llegar hasta los 65 en momentos de alta demanda. Además, sostiene el servicio de diálisis crónica para 68 pacientes, con una compra mensual de insumos que ronda los 50 millones de pesos.
"Un paciente que no recibe su diálisis corre riesgo de vida. Este es un servicio vital que no puede discontinuarse", remarcó.
Müller aseguró que las prestaciones prioritarias —urgencias, emergencias e internaciones— seguirán garantizadas, mientras que lo suspendido es el otorgamiento de nuevos turnos para afiliados a obras sociales que mantienen deudas importantes o no muestran intención de regularizarlas.
“Lo que suspendimos son los turnos programados. Los turnos que se dieron la semana anterior y que se realizan esta semana no están suspendidos. Pero no se van a dar más turnos ahora”, explicó la directora.
La deuda total de las obras sociales con el hospital asciende a 5.500 millones de pesos, aunque Müller aclaró que no todas las instituciones están en la misma situación. Algunas, como OSECAC, comenzaron a regularizar pagos y fueron inmediatamente excluidas de las restricciones. “No buscamos que cancelen todo, pero sí que muestren compromiso con un plan de pago”, subrayó.
Respecto a OSEF, una de las obras sociales más importantes en volumen de prestaciones junto con PAMI, Müller indicó que se mantienen conversaciones. “OSEF estaría cancelando algunas facturas esta semana y hay una posible reunión el viernes”, adelantó. También confirmó que PAMI ha comenzado a saldar una deuda histórica y hoy presenta pagos mensuales, aunque con demoras.
La situación se agrava con las obras sociales gremiales, muchas de las cuales no responden ni siquiera a las comunicaciones formales. “Enviamos cartas documento, correos electrónicos, pero ni siquiera contestan. Es difícil así garantizar la prestación para sus afiliados”, advirtió.
Finalmente, Müller remarcó que esta medida busca sostener el sistema de salud público en un contexto de presión financiera extrema: “Necesitamos ingresos para seguir funcionando y garantizar todas las prestaciones que brindamos. No se trata de cortar servicios, se trata de poder seguir”.
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