Este sábado 31 de mayo no será un día más para la margen sur de Río Grande. El Comedor de María, reconocido por su compromiso con quienes más lo necesitan, celebrará su 18º aniversario con una jornada especial en su sede de calle Uani 854, planta baja B.

Detrás de esta iniciativa que se sostiene desde hace casi dos décadas está María González, una vecina que transformó la necesidad en acción comunitaria. “Empezamos en el barrio Los Fueguinos cuando se construían las primeras viviendas. Al principio cocinábamos en la casa de una vecina, luego en mi casa, y así han pasado 18 años”, rememoró María, visiblemente emocionada por el camino recorrido.

Lo que comenzó con ollas prestadas y solidaridad barrial hoy se ha convertido en un espacio que asiste a cientos de familias no solo con alimentos, sino también con ropa, útiles escolares, calzado y otros elementos esenciales. Aunque tiene base en la margen sur, el comedor extiende su ayuda a distintos puntos de la ciudad.

De cara al festejo, María lanzó un pedido solidario para quienes puedan colaborar con fruta, cócteles enlatados y gaseosas. Estos productos no solo serán parte del agasajo, sino que también resultan clave para la tarea diaria. “Lo que siempre necesitamos mucho son las gaseosas porque los chicos toman mucha gaseosa y, si sobran, las usamos luego en el comedor”, explicó.

El trabajo del Comedor de María es un testimonio vivo de cómo el esfuerzo sostenido y la empatía pueden cambiar realidades. En cada plato de comida, en cada abrigo entregado, hay una red de apoyo que se fue tejiendo con el aporte de muchos.

Quienes deseen colaborar con esta iniciativa pueden hacerlo a través del alias: mariacomedor.mp. Cada gesto cuenta para seguir sosteniendo un espacio que, desde el anonimato cotidiano, hace la diferencia.