Este jueves, en la segunda jornada del juicio oral y público por el intento de homicidio contra Lautaro Ortigoza, declaró su madre, quien brindó un testimonio extenso, conmovedor y revelador ante el tribunal. Su relato aportó detalles clave sobre el contexto familiar de su hijo, los conflictos previos y las amenazas que había recibido en los días anteriores al ataque.

La causa se centra en la emboscada sufrida por Lautaro en un predio del frigorífico CAP, en Río Grande, el 8 de junio de 2023. Mía Villanueva está imputada como una de las responsables de haber participado en la planificación del ataque, junto a otros jóvenes, entre ellos Dylan, primo de la víctima.

Durante la audiencia, la madre del joven relató aspectos de su historia de vida, marcada por situaciones de violencia y desprotección. Explicó que Lautaro vivió un tiempo con su padre, luego pasó por un hogar debido al consumo problemático de alcohol de su progenitor, y posteriormente se trasladó a Buenos Aires. Allí, según declaró, fue víctima de torturas y agresiones por parte de su abuela, quien fue condenada a once años de prisión por ese hecho. “Ella no aceptaba que mi hijo era asexual”, dijo, conmovida.

La mujer describió un entorno familiar conflictivo, atravesado por tensiones con su hermana —madre de uno de los acusados—, a raíz de un supuesto perfil falso de Instagram. Según relató, la hermana la acusó de que Lautaro habría creado esa cuenta para compartir videos íntimos atribuidos falsamente a su primo Dylan. “Yo me senté en la punta de la cama y le dije ‘ay, boluda, pensé que era otra cosa más grave’. Pero desde entonces no nos hablamos más”, recordó.

Consultada sobre la relación entre Lautaro y Dylan, la madre fue clara: “Nunca vi nada raro entre ellos. Eran primos, no había conflictos”. No obstante, luego del distanciamiento con su hermana, Lautaro dejó de frecuentar la casa de sus familiares, y la relación entre ambas familias se tensó.

Uno de los tramos más impactantes de su testimonio fue el referido a las amenazas que Lautaro había comenzado a recibir semanas antes del ataque. La madre aseguró que su otro hijo, Miqueas, la alertó de los mensajes que recibía Lautaro, entre los que se incluía uno con la frase “te vamos a apuñalar”. También mencionó que el propio Lautaro pensaba hacer una denuncia, e incluso había hablado con su profesora. “Ese día le dijo que iba a ir a la comisaría cuando saliera de la escuela, pero en vez de eso se fue al lugar donde lo citaron y lo atacaron”, aseguró.

Según explicó, su hijo estaba atemorizado, al punto de haber solicitado un cuchillo para defenderse, e incluso había comenzado los trámites para cambiarse de escuela. “Yo no quería que él fuera, pero él insistió. Me dijo que no quería problemas en la casa, y que se haría cargo. Y después pasó lo que pasó”.

La mujer también habló de la percepción que tenía sobre Mía Villanueva, la imputada. Dijo que, desde meses antes del ataque, le había prohibido a Lautaro que se juntara con ella. “Era una mala influencia. Estaba mal vista en el barrio. Decían que manipulaba, que andaba con todos, y Lautaro era débil de mente. Se dejaba influenciar”, afirmó.

Finalmente, narró en detalle cómo se enteró del ataque y cómo llegó, junto a sus otros hijos, al lugar donde Lautaro fue hallado gravemente herido. “Dos chicas que no conocía golpearon la puerta de casa. No se animaban a hablar. Me dijeron que Lauti estaba muerto, que lo habían tirado en un descampado. Salí corriendo, sin pensar. Llegamos y lo encontramos en un pozo, doblado, sin una zapatilla, con la mochila puesta y todo lleno de sangre”, relató con la voz entrecortada.

Entre lágrimas, dijo que fue su pareja quien confirmó que Lautaro aún respiraba, y que la policía lo ayudó hasta la llegada de la ambulancia. “Mi hijo se estaba ahogando con su propia sangre. Yo quería sacarlo de ahí, pero no me dejaban. No me dejaron ir con él en la ambulancia. Me llevaron a la comisaría”.

Desde entonces, aseguró, su vida cambió para siempre. “Ese fue el último mensaje que me mandó: ‘te amo, má’. Yo pensé que se iba a tomar unos mates. Y lo encontré ahí, en ese estado. No voy a olvidar nunca lo que vi”, concluyó.

El juicio continúa en el Tribunal de Juicio en lo Criminal del Distrito Judicial Norte. Se espera que en las próximas jornadas se incorporen más testimonios y pruebas documentales y digitales, entre ellas mensajes y capturas de pantalla, que darían cuenta de la planificación del ataque. La fiscalía busca demostrar la existencia de una emboscada organizada, motivada por conflictos previos y acompañada por una serie de amenazas sostenidas en el tiempo.