
El aeropuerto de Río Grande suspendería su actividad durante aproximadamente tres meses en la temporada de verano para ejecutar trabajos de ampliación de pista e instalación de un nuevo sistema de iluminación, adaptado a las condiciones climáticas extremas de la región.
Aunque la fecha exacta aún no fue confirmada oficialmente, se estima que el cierre podría comenzar el 8 de enero y extenderse hasta principios de marzo. No obstante, también se evalúa la posibilidad de adelantar el inicio de los trabajos a diciembre, lo que genera preocupación en el sector turístico local por el impacto que tendría en una de las etapas con mayor flujo de visitantes.
Las obras tienen como objetivo mejorar la seguridad operativa del aeropuerto y mitigar las complicaciones que se registran durante el año debido a factores como niebla, escasa visibilidad o temperaturas extremas.
Desde el sector turístico reconocen que la interrupción afectará el funcionamiento habitual de agencias, vuelos y traslados, aunque destacan que se trata de una mejora necesaria para garantizar un mejor servicio en el mediano y largo plazo.
El cierre del aeropuerto se enmarca en un plan más amplio de modernización que contempla intervenciones similares en otras terminales aéreas del país, con el fin de fortalecer la infraestructura de cara a la temporada alta.
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