
Una madre expuso públicamente el grave episodio que volvió a alterar la vida de su hija, víctima de abuso sexual y violencia de género. Según relató, Gonzalo Exequiel Carabajal, quien cumple una condena de cuatro años de prisión efectiva, habría intentado contactar a la joven desde su lugar de detención, incumpliendo una orden judicial de restricción.
La situación salió a la luz cuando la joven recibió una solicitud de contacto a través de la red social Instagram. “Mi hija fue sorprendida con un pedido de seguimiento desde la cuenta de Carabajal. Él está cumpliendo una condena efectiva y, además, tiene otra causa con una sentencia de dos años en suspenso. En ese expediente también existen medidas de protección que prohíben todo tipo de contacto con ella o con su familia”, explicó Ana, madre de la víctima.
Al acudir a la Comisaría de Género para radicar la denuncia, Ana se encontró con una respuesta que agravó aún más su indignación: el personal policial no tenía registrado ni conocimiento de la segunda condena ni de las restricciones vigentes. “Tuvimos que mostrar nosotros mismos una copia del expediente judicial y señalar el fragmento que confirma que la prohibición de acercamiento sigue activa. Aun así, insistían en que no figuraban medidas vigentes”, detalló.
La mujer expresó su profunda preocupación por el accionar de las instituciones. Asegura que no es la primera vez que detecta irregularidades y negligencia tanto en el manejo policial como judicial. “Todo esto no solo nos afecta emocionalmente, también altera nuestra vida cotidiana. Cambiamos hábitos, nos sentimos expuestos y revivimos momentos de dolor. Es una forma más de violencia, aunque no sea física. Es violencia digital, emocional e institucional”, denunció con firmeza.
Ana insistió en que la situación constituye una violación directa a las medidas judiciales, y consideró urgente que se tomen acciones concretas. “Este hombre está quebrantando el artículo 239 del Código Penal. No puede quedar como un hecho menor. Se trata de un mensaje de impunidad: ‘está preso, pero puede seguir hostigando’. ¿Y si algo más grave sucede?”, cuestionó.
En las próximas horas, madre e hija presentarán la documentación ante la Justicia para exigir que se actúe conforme a derecho y se sancione esta nueva forma de acoso, que vuelve a poner a la víctima en una situación de vulnerabilidad, esta vez desde el encierro del propio agresor.
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