
Durante décadas fue la “excepción” patagónica. Hoy, nuevos datos científicos indican que el glaciar Perito Moreno ya no se comporta como un bastión estable: pierde masa y retrocede a un ritmo mucho mayor del esperado, con más de 800 metros de retracción desde 2019 en algunos sectores y la posibilidad de entrar en una fase crítica.
El hallazgo proviene de un trabajo conjunto de investigadores de Argentina y Alemania, publicado en la revista Nature Communications Earth & Environment. El equipo, encabezado por Moritz Koch (Universidad Friedrich-Alexander de Erlangen-Núremberg), comparó al Perito Moreno con otros glaciares en retroceso —como Upsala— y proyecta que, de continuar las condiciones actuales, podrían registrarse pérdidas superiores a 1,6 kilómetros por año en los próximos ciclos.
Los científicos combinaron imágenes satelitales con mediciones de un radar aerotransportado que “lee” el interior del hielo para estimar su espesor y su base. Analizaron información entre 2000 y 2024. El contraste es contundente: entre 2000 y 2019 el frente casi no se movió (apenas 100 metros de retroceso acumulado); desde 2019, el comportamiento cambió de régimen y el glaciar se retrajo 800 metros en solo cinco años.
Una de las claves del viraje sería una formación rocosa que, durante años, actuó como “ancla” estabilizadora. Si el adelgazamiento del hielo continúa, ese soporte podría perderse y desencadenar un retroceso aún más rápido. Para Koch y su equipo, el sistema habría superado un umbral de estabilidad: “la estabilidad llegó a su fin” y el retroceso se explica por el punto de inflexión que estaría atravesando.
El estudio atribuye el fenómeno al cambio climático. Bajo políticas actuales, advierte, el planeta podría perder más del 75% del volumen total de glaciares hacia fin de siglo, con impactos directos en disponibilidad de agua, ecosistemas y turismo.
Ícono argentino y Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1981, el Perito Moreno se ubica en el Parque Nacional Los Glaciares (Santa Cruz), en el límite con Chile, y forma parte del Campo de Hielo Patagónico Sur, la tercera reserva de agua dulce del mundo tras Antártida y Groenlandia. Se extiende 32 kilómetros desde su cuenca de acumulación hasta un frente que se alza más de 70 metros sobre el lago Argentino. Su superficie ronda los 250 km², casi 50 km² más que la Ciudad de Buenos Aires.
Además de su valor ambiental, es un imán turístico de escala internacional: cerca de 700.000 personas visitaron el parque en 2024 para contemplar sus rupturas y paredes azuladas. La nueva evidencia, sin embargo, pone el foco en un futuro incierto para el gigante de hielo más famoso del país.
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