
Este martes, el secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Río Grande, Oscar Martínez, brindó una conferencia de prensa en la que ratificó la continuidad de la lucha gremial por la defensa de la industria nacional y, en particular, de los puestos de trabajo en Tierra del Fuego. El dirigente señaló que, si bien las últimas disposiciones del Gobierno Nacional representan un avance parcial en el diálogo, no garantizan la estabilidad laboral de los trabajadores y trabajadoras del sector.
Martínez comenzó recordando que el conflicto se desató el 14 de mayo, luego del anuncio del vocero presidencial sobre la eliminación de la protección arancelaria para la producción de celulares, medida que —según el gremio— ponía en riesgo miles de empleos en las plantas de Río Grande y Ushuaia. “Desde ese mismo día, nuestra organización resolvió un paro por tiempo indeterminado. Estuvimos diez días en la calle, poniendo el cuerpo, y logramos que quienes pretendían transformar los galpones de las fábricas en un parque de diversiones modificaran mínimamente su accionar”, afirmó.
En referencia al Decreto 535/2025 firmado por el Poder Ejecutivo, Martínez explicó que esta medida surgió para resolver un conflicto entre empresarios y el Gobierno Nacional, reduciendo la carga impositiva para las empresas. “Es un avance dentro de la mesa de diálogo, pero absolutamente insuficiente. No garantiza lo que es para nosotros la tarea fundamental: la continuidad laboral de todas y todos los compañeros”, subrayó.
El sindicalista denunció incumplimientos concretos de las patronales en el marco de los acuerdos alcanzados. Mencionó el caso de Carrier, que se negó a pagar los salarios por las jornadas caídas, y el de Fapesa, que dejó sin empleo a alrededor de 80 operarios pese a haberse comprometido a reubicarlos en otras plantas. “Ese sigue siendo un tema central de discusión con las cámaras empresarias y con la mesa de diálogo que integramos junto al Gobierno Nacional, el Gobierno de la Provincia, las organizaciones gremiales y las cámaras del sector”, señaló.
Respecto al estado de las negociaciones, Martínez aclaró que la mesa de diálogo se encuentra en un cuarto intermedio solicitado por una de las cámaras empresarias, y que la Provincia se comprometió a convocar a un nuevo encuentro “en el período más breve posible”. Sin embargo, advirtió que las medidas adoptadas hasta el momento responden exclusivamente a necesidades empresariales y no resuelven la demanda de estabilidad laboral.
El dirigente también se refirió a la caída en las ventas y a los rumores sobre riesgos en la continuidad productiva de algunas empresas. “Pese a la baja en el consumo, las plantas siguen produciendo en condiciones normales e incluso con exigencias mayores. Sin embargo, en las últimas horas hemos escuchado a empresarios advertir sobre posibles despidos, lo que nos exige redoblar la solidaridad y el compromiso”, remarcó.
En un repaso histórico, Martínez recordó que la UOM defiende desde los años ‘80 la Ley 19.640 y el subrégimen industrial frente a ataques constantes. “Sufrimos embates en los ‘80, en los ‘90 con políticas neoliberales que destruyeron la industria nacional, en 2001, en 2015 y ahora otra vez, pero con un ajuste más salvaje, que incluye la represión como política de Estado y que nos recuerda a la dictadura cívico-militar-empresaria de 1976”, expresó.
El secretario general también rechazó versiones difundidas por algunos sectores empresarios que señalan una supuesta ruptura de la paz social. “Fueron las empresas las que violaron el acuerdo. Intentaron desconocer compromisos salariales y dejaron trabajadores en la calle. Nuestras medidas fueron democráticamente resueltas en congresos de delegados y asambleas”, afirmó.
Martínez sostuvo que el gremio se mantiene en estado de alerta y movilización permanente. “El congreso de delegados reunido hoy ratificó la continuidad de la lucha. No descartamos ninguna medida, incluida la vía judicial, para defender lo logrado y alcanzar nuestros objetivos”, adelantó.
Finalmente, volvió a poner en el centro de la escena la principal demanda de la UOM: “Nuestro compromiso sigue intacto como en las jornadas de mayo. Todavía no tenemos resuelto el objetivo fundamental: garantizar la continuidad laboral de todas y todos los trabajadores de la provincia. No vamos a detenernos hasta conseguirlo”.
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