La situación económica vuelve a golpear con fuerza al sector de trabajadoras de casas particulares, según expuso Dora Sánchez, referente de la Unión de Empleadas Domésticas. La dirigente advirtió que, tras el último incremento salarial acordado, comenzaron a surgir casos de empleadores que ya adelantaron que no podrán afrontarlo. En paralelo, algunas trabajadoras también fueron notificadas de dificultades para cobrar el bono y el aguinaldo correspondientes.
Sánchez explicó que varias afiliadas se comunicaron para plantear su preocupación ante la negativa de sus empleadores a aplicar el ajuste. Sobre este punto, fue tajante al señalar: “Te comento que hay compañeras a las que ya les dijeron que no se lo pueden dar. Y menos el bono, como si fuera tan terrible el aumento, y estoy siendo totalmente irónica. Aparte del aumento, está el bono y está el aguinaldo, entonces dicen que no se puede todo junto”, expresó con malestar.
La dirigente subrayó además que el incremento está lejos de traducirse en una mejora real del poder adquisitivo. Con ironía y frustración, graficó el impacto del ajuste en el bolsillo al remarcar: “Porque no alcanza ni para un alfajor, ni para una pizza, ya no vamos a hablar ni de dos pizzas. Antes eran dos pizzas, ahora no son ni dos pizzas, ni un alfajor. Y además son muy pocas las compañeras registradas”, planteó al describir la precariedad que atraviesa el sector.
Otro de los problemas que mencionó tiene que ver con la caída del empleo en otros rubros, situación que —según explicó— repercute directamente en las trabajadoras domésticas. En este sentido, sostuvo que “a partir de que otros compañeros trabajadores se quedan sin su fuente laboral, nosotras también. Va por decantación, obviamente van a quedar compañeras sin trabajo, hay muchas a las que se les había reducido el horario”, detalló.
Finalmente, Sánchez sintetizó el alcance real del aumento al señalar que, para muchas trabajadoras, el ajuste apenas representa una compra mínima de alimentos: “para la compañera significaría un kilo de pan para hoy, el pan para un día. Porque no estamos hablando de comprar un kilo de pan todos los días del mes”. Y cerró describiendo su estado de ánimo frente al panorama: “Por eso estoy bastante molesta, estoy angustiada”.
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