Una inversión multimillonaria que entra en etapa de ejecución
La FID quedó sujeta a la validación definitiva de los acuerdos de financiamiento, proceso que se encuentra en sus últimos tramos y cuyos avances se esperan para las próximas semanas. Rockhopper prevé cerrar una colocación de US$ 140 millones, parte del paquete requerido para completar el desarrollo inicial.El proyecto ya cuenta con todos los permisos expedidos por el Gobierno de las Islas Malvinas para las Fases 1 y 2 del Área de Desarrollo Norte, habilitaciones que permiten que las licencias ingresen formalmente en etapa de explotación por un período inicial de 35 años.
Los números detrás del proyecto Sea Lion
El desarrollo completo requerirá una inversión total posterior a la FID de u$s 1.800 millones para alcanzar el “Primer Petróleo”, y u$s 2.100 millones para completar la fase integral del proyecto.El financiamiento combina deuda senior por u$s 1.000 millones —de los cuales Rockhopper afronta u$s 350 millones— y aportes de capital de la sociedad conjunta más futuros ingresos derivados de la producción.
Para Rockhopper, la necesidad de capital fresco se estima en u$s 112 millones, incluyendo provisiones para sobrecostos. Las proyecciones de producción de la Fase 1 apuntan a extraer 170 millones de barriles —59,5 millones para Rockhopper— con un pico estimado de 50.000 barriles diarios. La primera extracción se prevé para 2028.
Una evaluación independiente realizada por Netherland, Sewell & Associates situó los recursos contingentes netos 2C de Rockhopper en 255 millones de barriles, con un valor presente neto de u$s 1.850 millones, tomando como referencia un precio Brent de US$ 70.
Contratos clave para poner en marcha la operación
Como parte de la aprobación final, Navitas inició la firma de acuerdos comerciales esenciales:
- alquiler de una unidad FPSO para producción y almacenamiento,
- contratación de una plataforma de perforación,
- servicios submarinos para infraestructura offshore.
Un avance que tensa el tablero diplomático
La decisión de las compañías llega semanas después de que el presidente Javier Milei reiterara ante la Asamblea General de la ONU el reclamo argentino de soberanía sobre Malvinas y los espacios marítimos circundantes. En ese discurso, invitó al Reino Unido a retomar negociaciones bilaterales sobre la disputa.El anuncio del consorcio británico-israelí reaviva la tensión geopolítica. La Cancillería argentina ya había expresado su “enérgico rechazo” a las operaciones de Navitas, a las que considera ilegales por realizarse sin autorización nacional en un territorio en disputa. Además, sostiene que la explotación unilateral contradice resoluciones de Naciones Unidas que instan a abordar la cuestión mediante negociaciones.
En 2022, la Secretaría de Energía declaró a Navitas como empresa “clandestina” dentro de la jurisdicción argentina por avanzar sin permisos locales en la zona.
Con el avance de Sea Lion hacia su fase productiva, el conflicto por los recursos naturales en el Atlántico Sur vuelve a ocupar un lugar central en la agenda diplomática, mientras las petroleras aseguran financiamiento y contratos para poner en marcha uno de los proyectos offshore más relevantes del área.
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