El referente del sector comercial, Iglesias, expuso un panorama complejo para la actividad económica local al advertir que el último mes del año podría cerrar con una contracción cercana al 20% en términos reales, en comparación con diciembre del año pasado. Según explicó, pese a los esfuerzos realizados por las empresas para cumplir con aumentos salariales y obligaciones fiscales, el consumo continúa sin mostrar señales de recuperación.
Durante una entrevista radial, el dirigente remarcó que la situación cotidiana de las PyMEs es cada vez más difícil. “Se hicieron recomposiciones salariales y se honraron compromisos, pero la gente no consume. El escenario es muy duro”, expresó, al describir un contexto en el que los ingresos no alcanzan para sostener el nivel de ventas.
En ese marco, consideró que la moratoria impositiva resulta una herramienta necesaria para aliviar a las empresas más golpeadas, aunque cuestionó la demora en su implementación. Señaló que, cuando el Gobierno nacional avanzó con una medida similar a mitad de año, la provincia debería haber acompañado de inmediato. A su entender, las disputas políticas retrasaron decisiones clave que hoy ya llegan tarde y, además, no alcanzan para generar empleo ni reactivar la economía.
Iglesias también salió al cruce de las críticas que apuntan a una supuesta inequidad de las moratorias y recordó que el sector privado sostiene desde hace años una mayor carga tributaria. Mencionó el aporte adicional del 1,5% en Ingresos Brutos destinado a educación y salud, y cuestionó la falta de resultados visibles en esos ámbitos. “Siempre el reproche termina cayendo sobre quienes producen y comercian”, afirmó.
Al analizar el escenario provincial, advirtió que la caída de ingresos tiene un carácter estructural, vinculada al retroceso industrial, la merma de la actividad petrolera y el impacto directo en rubros como el textil. En ese sentido, sostuvo que las moratorias solo permiten sostener a quienes ya están en una situación crítica, pero no generan nuevos puestos de trabajo. “Sin empleo no hay consumo, y sin consumo no hay recuperación”, resumió.
Por último, el dirigente puso el foco en la necesidad de definir una estrategia productiva clara para Río Grande y llamó a dejar de lado las disputas políticas de cara a los próximos años. Señaló que la ciudad depende en exceso de la actividad fabril y no cuenta con el respaldo turístico que tiene Ushuaia. En ese contexto, planteó la urgencia de producir lo que se consume localmente y de impulsar empleo genuino. “El momento exige unidad y decisiones de fondo, porque la situación no admite más demoras”, concluyó.
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