
La justicia de Tierra del Fuego volvió a autorizar una salida transitoria especial para Héctor Darío "el Gringo" Weiss, un empresario de Ushuaia condenado a ocho años de prisión por delitos de abuso sexual contra dos menores de edad. Pese a que su solicitud de régimen de semilibertad aún no ha sido aprobada, logró un permiso excepcional para reunirse con empleados de sus empresas.
Weiss, quien cumple condena desde 2018 por delitos que involucraron a niñas menores de edad, fue trasladado recientemente desde la unidad penal de Río Grande a una residencia privada cercana al Autódromo Municipal de Ushuaia. Allí, entre el 31 de mayo y el 4 de junio, mantuvo encuentros con su equipo empresarial para cerrar un supuesto acuerdo comercial con una firma interesada en asociarse con sus negocios.
La resolución fue firmada por el juez de Ejecución de Condenas, Manuel Isidoro López, quien justificó el permiso con el argumento de que la reunión “definiría la continuidad laboral” de los trabajadores de las empresas que Weiss aún administra desde prisión: una concesionaria de autos y una distribuidora de bebidas.
Además, se permitió que el día 3 de junio, el empresario pudiera trasladarse por unas horas hasta el domicilio de su madre, quien habría sufrido un accidente doméstico, según consta en el expediente judicial.
Lo que generó mayor controversia es que durante estos días Weiss no fue alojado en dependencias penitenciarias de Ushuaia. La decisión judicial argumentó que fue por “resguardar su integridad física”, y que el detenido fue monitoreado mediante un sistema electrónico, sin presencia de custodia policial. No obstante, se mantuvo la prohibición de acercarse a las víctimas o a sus familiares.
El permiso concedido ocurre mientras sigue en evaluación un pedido de salidas laborales regulares, rechazado previamente por la Fiscalía a raíz de informes periciales desfavorables. A pesar de eso, Weiss consiguió múltiples beneficios que han sido objeto de reclamo por parte de los allegados a las víctimas.
Ya en 2024, la madre de una de las niñas abusadas había solicitado al Poder Judicial fueguino informes detallados sobre las salidas de Weiss. En esa ocasión, manifestó dudas respecto de la frecuencia de los permisos y las zonas por donde se desplazaba el empresario durante sus “salidas extraordinarias”.
El caso vuelve a poner en debate los criterios judiciales con los que se otorgan libertades parciales a personas condenadas por delitos sexuales graves, sobre todo en contextos donde los condenados conservan poder económico o influencia local.
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