El secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Río Grande, Oscar Martínez, alertó sobre la compleja situación que atraviesa el sector industrial en Tierra del Fuego y advirtió que las nuevas medidas productivas que impulsa el Gobierno nacional podrían derivar en una reducción significativa de los puestos de trabajo dentro del régimen de promoción fueguino.
El dirigente explicó que se está analizando un nuevo proyecto de proceso productivo para celulares, impulsado desde la Secretaría de Industria, que introduce cambios sustanciales en las líneas de ensamblaje, incrementando el grado de automatización y reduciendo etapas de fabricación. Según Martínez, esta modificación afectará de manera directa la cantidad de mano de obra necesaria en las plantas electrónicas de Río Grande, lo que representa un riesgo concreto de pérdida de empleos en el corto plazo.
“Estamos muy preocupados. Este proyecto modifica la realidad del proceso productivo y podría tener consecuencias inmediatas sobre cientos de trabajadores. Lo hemos planteado con claridad: lo primero que debe garantizarse es la continuidad laboral, y luego discutir los procesos técnicos o productivos”, sostuvo Martínez.
El gremialista recordó que la industria fueguina atraviesa desde hace meses un contexto de fuerte caída del consumo, lo que ya generó una disminución en los niveles de producción y suspensiones en algunas plantas. A ello se suma la dificultad para avanzar en las paritarias nacionales, que se encuentran paralizadas desde hace más de un año. “La Secretaría de Trabajo no habilita audiencias pese a los pedidos tanto de las cámaras empresariales como de nuestra organización. Es una situación inédita, con una pérdida constante del poder adquisitivo. Los salarios están completamente desfasados respecto a la inflación”, señaló.
Martínez también cuestionó la estrategia de algunas empresas que, ante la apertura de importaciones y la quita de aranceles, evalúan convertirse en importadoras y cerrar parte de sus operaciones locales. Mencionó como ejemplo lo ocurrido recientemente con la firma SKF, que cesó su producción en el país para abastecer el mercado argentino con productos provenientes de Brasil. “Ese modelo se puede replicar en Tierra del Fuego. Las empresas cierran sus ecuaciones económicas transformándose en importadoras y mantienen presencia en el mercado, mientras los trabajadores pierden su fuente de ingreso y la provincia pierde su principal motor económico”, advirtió.
El líder metalúrgico sostuvo que el nuevo esquema industrial podría ser aprobado en las próximas semanas, ya que solo resta la firma y publicación por parte del Gobierno nacional. De concretarse, la medida coincidiría con la segunda etapa de la baja de aranceles a productos electrónicos, prevista para mediados de enero, lo que incrementa la preocupación en el gremio. “No descartamos que la implementación sea inmediata. Todo indica que el nuevo proceso productivo será habilitado antes del receso de verano. Si esto ocurre, los efectos se verán reflejados en los primeros meses del próximo año”, adelantó.
Martínez consideró que el panorama actual recuerda a los años noventa, con políticas de apertura, desregulación y reducción de costos laborales. “Estamos frente a un escenario muy parecido, pero con más violencia y más ajuste. Sabemos que cualquier intento de avanzar sobre los derechos laborales solo puede sostenerse con represión”, expresó.
La UOM advierte que los cambios productivos no solo afectarían a los trabajadores metalúrgicos, sino también al conjunto de la economía local. “Cada empleo industrial perdido repercute en el comercio, los servicios y el consumo interno. Si un trabajador pierde su salario, también sufre el kiosco, el almacén, el taxista. Es una cadena que golpea a toda la comunidad”, remarcó Martínez.
Pese al contexto adverso, el dirigente afirmó que el gremio mantendrá su postura de defensa del empleo y de los derechos laborales conquistados. “Estamos preparados para resistir cualquier medida que implique retrocesos. No vamos a permitir que se repitan los errores del pasado ni que se destruya el tejido industrial que tanto costó construir en Tierra del Fuego”, concluyó.
Compartinos tu opinión