
Cada año, el 31 de mayo, la OMS y asociados de todo el mundo celebran el Día Mundial Sin Tabaco, dedicado a resaltar los riesgos para la salud como consecuencia del consumo de tabaco y promover políticas eficaces para reducirlo. El consumo de tabaco es la principal causa prevenible de defunción en el mundo, y actualmente mata a uno de cada 10 adultos en todo el mundo.
La epidemia mundial de tabaquismo mata cada año a 8 millones de personas, las evidencias demuestran que los fumadores tienen mayor probabilidad de desarrollar enfermedad severa al contagiarse de COVID-19 que los no fumadores.
El objetivo primordial del Día Mundial Sin Tabaco es contribuir a proteger a las generaciones presentes y futuras no solo de esas consecuencias devastadoras para la salud, sino también de los flagelos sociales, ambientales y económicos que se derivan del consumo de tabaco y la exposición al humo que desprende.
Hay 1.300 millones de consumidores de tabaco en todo el mundo. El tabaco mata a alrededor de 8 millones de personas cada año (más de 7 millones de fumadores activos y más de 1 millón de no fumadores expuestos al humo ajeno), incluido 1 millón en América. La esperanza de vida de los fumadores es al menos 10 años menor que la de los no fumadores.
El tabaco es el único producto de consumo legal que mata hasta la mitad de sus consumidores cuando se utiliza exactamente de acuerdo a las indicaciones del fabricante. Las empresas tabacaleras gastan al año más de 8.000millones de dólares en marketing y publicidad.
Los niños y adolescentes que usan cigarrillos electrónicos tienen al menos el doble de posibilidades de fumar cigarrillos más tarde en su vida.
Beneficios al dejar de fumar:
A los 20 minutos, disminuye el ritmo cardíaco y baja la tensión arterial.
Dentro de las 12 horas siguientes, el nivel de monóxido de carbono en sangre disminuye hasta valores normales.
Después de 2-12 semanas, mejora la circulación sanguínea y aumenta la función pulmonar.
En 1-9 meses, disminuye la tos y la dificultad para respirar.
En 1 año, el riesgo de cardiopatía coronaria es un 50% inferior al de un fumador.
En 5 años, el riesgo de accidente cerebrovascular corresponde al de un no fumador entre 5 y 15 años después de dejar de fumar.
En 10 años, el riesgo de cáncer de pulmón disminuye hasta ser el 50% del de un fumador, y disminuye también el riesgo de cáncer de boca, de garganta, de esófago, de vejiga y de páncreas.
En 15 años, el riesgo de cardiopatía coronaria es el de un no fumador.
Beneficios respecto de quienes siguen fumando:
Hacia los 30 años de edad: se ganan casi 10 años de esperanza de vida.
Hacia los 40 años de edad: se ganan 9 años de esperanza de vida.
Hacia los 50 años de edad: se ganan 6 años de esperanza de vida.
Hacia los 60 años de edad: se ganan 3 años de esperanza de vida.
Las personas que dejan de fumar después de haber sufrido un ataque cardíaco tienen una probabilidad un 50% inferior de sufrir otro ataque cardíaco.
Otros beneficios:
Dejar de fumar disminuye el riesgo adicional de muchas enfermedades relacionadas con el tabaquismo pasivo en los niños, tales como las enfermedades respiratorias (por ejemplo, el asma), y otitis.
Disminuye la probabilidad de sufrir impotencia, de tener dificultades para quedarse embarazada, tener partos prematuros, hijos con insuficiencia ponderal al nacer o abortos.
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