
El Ejecutivo nacional pondrá en marcha, mediante decreto, una reconfiguración profunda de las funciones de la Gendarmería Nacional, la Prefectura Naval y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). El objetivo es evitar superposiciones entre estas fuerzas y delimitar con mayor precisión sus áreas de competencia, especialmente en operativos conjuntos y situaciones de seguridad sensibles como movilizaciones sociales.
Desde el Ministerio de Seguridad señalaron que la reforma —que será publicada en los próximos días en el Boletín Oficial— incluye cambios en las leyes orgánicas de cada una de las fuerzas (21.521, 19.349 y 18.398). Se trata de un paso más en la transformación iniciada con la Policía Federal Argentina, que ya fue convertida en una fuerza de investigación criminal similar al FBI de los Estados Unidos, y que ahora funciona como el Departamento Federal de Investigaciones (DFI).
“La intención de la reforma es que cada fuerza esté enfocada en una función y no se disperse ni se choque con otra”, indicaron desde el oficialismo.
En ese marco, la PSA pasará a desempeñar exclusivamente tareas de seguridad en los sistemas de transporte, abarcando la infraestructura de trenes, colectivos y aeropuertos. Con esta redefinición, se busca mantener su capacidad investigativa y ampliar su plantel de personal, reduciendo así la necesidad de asignar efectivos de la Policía Federal a tareas en terminales aéreas.
En cuanto a la Prefectura Naval, continuará a cargo del resguardo de mares, ríos y canales, así como de los puertos y zonas costeras bajo jurisdicción nacional. Por su parte, Gendarmería conservará su papel central en la vigilancia de fronteras, el combate al contrabando, el control de migraciones irregulares y las infracciones sanitarias. También mantendrá su capacidad de intervención en situaciones de grave alteración del orden público, “cuya magnitud sobrepase las posibilidades de control de las fuerzas policiales, o cuando adquiera las características de guerrilla, en cualesquiera de sus formas”.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, impulsará también una reorganización interna que incluye cambios en el sistema de reclutamiento y la redistribución de efectivos dentro de cada fuerza.
El modelo en el que se inspira esta reforma es el sistema de seguridad estadounidense, en el que cada cuerpo cuenta con competencias específicas. Desde el Gobierno mencionan como referencias la Guardia Nacional, la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) y la Guardia Costera norteamericanas.
La decisión de avanzar ahora responde a que las facultades delegadas por el Congreso, que permiten al Ejecutivo reestructurar organismos y dependencias de la administración pública, vencen el próximo 8 de julio. En Balcarce 50 admiten que no buscarán extenderlas ni a través del Congreso ni por decreto de necesidad y urgencia.
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