
El juez de Familia y Minoridad, Fernando González Cárcamo, se pronunció públicamente tras la presentación de un pedido de jury en su contra, impulsado por la abogada Violeta Coronel. La denuncia lo acusa de haber incurrido en abuso de autoridad y dictar resoluciones sin que existiera una demanda formal previa. El magistrado rechazó estas imputaciones y aseguró que la medida adoptada fue "legal, fundada y necesaria".
La acción judicial en cuestión incluyó un procedimiento de allanamiento para el secuestro de un teléfono celular y documentación vinculada a una convivencia. González Cárcamo explicó que el expediente contaba con una presentación por compensación económica en la que se argumentaba una relación de pareja no registrada y un desequilibrio económico producto de presunta violencia de índole patrimonial.
Según detalló, la decisión fue tomada luego de evaluar un conjunto de pruebas entre las que se incluyen más de veinte audios, mensajes de texto, cartas documento y antecedentes de organismos oficiales. Asimismo, sostuvo que se cumplieron los parámetros legales exigibles en materia de medidas cautelares, como la verosimilitud del derecho y el riesgo de que se pierda una prueba relevante contenida en el dispositivo móvil.
El magistrado también señaló que el objeto de la medida buscaba aportar claridad sobre una presunta operación inmobiliaria irregular, que podría haber dejado sin resguardo a un menor conviviente y derivado en un proceso de desalojo por parte de un tercero.
La intervención fue llevada adelante por la División de Delitos Complejos en el marco del Programa ForCIC, dependiente del Ministerio de Seguridad nacional, al cual adhiere la provincia. El juez remarcó que esta participación técnica tuvo como único fin preservar elementos de prueba digital, sin criminalizar a ninguna de las partes.
Finalmente, González Cárcamo enfatizó que se trata de un proceso en el fuero de familia, por lo que está alcanzado por la confidencialidad propia de este tipo de causas, y evitó brindar más detalles para resguardar a las personas involucradas.
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