El juez Andrés Leonelli se expresó públicamente tras ser sobreseído en la causa que lo investigaba por presunta tenencia de material pornográfico infantil. La resolución judicial determinó que no existió delito, ya que las imágenes que dieron origen a la investigación provenían de expedientes penales en los que él intervenía como magistrado.

En una entrevista, Leonelli describió la experiencia como “una causa plagada de cuestiones sugestivas y llamativas”. Señaló que, junto a su defensor, identificó “abusos funcionales y lesiones al derecho de defensa”, hechos que fueron elevados al Consejo de la Magistratura. “No me complace de ninguna manera que ocurran este tipo de cosas en el Poder Judicial, institución a la que tengo una vocación y respeto histórico”, remarcó.

El magistrado explicó que los hechos se remontan a 2016, cuando era juez de instrucción en Río Grande. “Nos llegó una causa en la que tuvimos que evaluar medidas respecto a un sujeto que había publicado imágenes en Twitter. En ese momento, el Poder Judicial no contaba con protocolos para la visualización y manipulación de material sensible”, relató. Agregó que, durante el proceso, se corroboró con certeza científica que los archivos no habían sido manipulados ni él tuvo conocimiento de su existencia, y que formaban parte de un respaldo masivo de más de quince mil sentencias en su Google Drive.

Leonelli también describió el impacto personal y familiar que le generó la causa. “Tengo un hijo de cuatro años y otro de dos. Durante estos meses, fue muy difícil explicarles por qué no podían venir los compañeritos a jugar a casa, en medio de comentarios violentos y ataques a mi familia”, contó.

Respecto al futuro, sostuvo: “El camino de la reivindicación es intentar que este tipo de abusos funcionales no se repitan. Eso es lo que quiero para mis hijos hoy. No le deseo a nadie lo que me tocó vivir”.

Con su sobreseimiento, Leonelli enfatizó que el caso también refleja la capacidad del sistema judicial para corregir errores y proteger los derechos de los operadores judiciales. “Es una muestra de que el Poder Judicial funciona y que los sistemas de peso y contrapeso están para corregir situaciones que le pueden tocar vivir a cualquier ser humano”, concluyó.