
Francisco Vigo, country manager de Almundo, indicó que la aplicación del recargo del 30% debe hacerla la agencia como agente de percepción en aquellos productos que no sean servicios de trasporte aéreo, marítimo y terrestre”. Y aclaró que en el caso de los vuelos, “son las líneas aéreas las que tienen que aplicar el impuesto; pero todavía no lo están haciendo debido a una diferencia de criterios “
“El impuesto trae una serie de desventajas para la industria del turismo; principalmente porque afecta directamente a un sector que viene muy golpeado en los últimos años”. Vigo expone el malestar, no sólo de la agencia, sino del sector “porque se generaron diferenciaciones en una alícuota especial a servicios digitales del exterior donde no se privilegió a las compañías que generamos trabajo en el país”.
Por último, no quiso dejar pasar un dato que detallan los diferentes actores del sector: “Es importante destacar que sólo el 25% de las divisas que se giran al exterior provienen de la industria del turismo; esto quiere decir que el impacto que generamos es mucho menor en comparación con la generación de empleo, el pago de impuestos y la labor que ejercemos de conectar al país con el resto del mundo”
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