
En la versión taquigráfica de la exposición que hizo Alika Kinán, sobreviviente del delito de trata con fines de explotación sexual, señala: “Vengo a expresar mi postura con relación al aborto desde una perspectiva que no se ha mencionado: las mujeres explotadas sexualmente, las mujeres prostituidas y nuestra estrecha relación con la problemática de los abortos clandestinos”.
Más adelante, en su exposición se puede leer: “Cuando una mujer víctima de trata, explotada sexualmente, tiene que abortar de manera clandestina está siendo doblemente violada y ultrajada porque no puede hacerlo con las garantías del Estado, un Estado hasta ahora ausente, que continúa ausente”
“Es por ello que debe hacerlo con ayuda de sus proxenetas, quienes utilizan ese préstamo de dinero para que se lo realice sea como sea, clandestinamente, sin ningún tipo de garantía de que vaya a sobrevivir y a modo de usura y de encadenarla al prostíbulo prácticamente de manera indefinida”.
“Más grave es que le suma no sólo un plus de intereses al préstamo de dinero para la materialización del aborto sino que es utilizado desde el plano psicológico como un hecho que merece agradecimiento y fidelidad, generando así mecanismos de culpa y un lazo psicológico afectivo que ligan a la víctima de trata con el proxeneta, ya que nadie más haría eso por ella, o es lo que te hacen creer”.
“En muchos casos, sus fiolos las golpean hasta el hartazgo para ahorrarse el dinero del aborto o también sus proxenetas les hacen beber todo tipo de brebajes y mejunjes que las pueden llegar hasta matar. Venden a precio de oro pastillas como Oxaprost, que ya hemos escuchado, que están dentro del prostíbulo, sin indicaciones y sin ningún tipo de supervisión médica, donde la mujer puede llegar a perder sus trompas, su útero, morir desangrada o de una infección, como ya hemos visto en tantísimos casos en nuestro país”.
“Aun sobreviviendo a esta situaciones, muchas mujeres desde Ushuaia hasta La Quiaca, deben enfrentar las consecuencias penales que significa abortar, incluso para sobrevivir. Mientras tanto, estimadas senadoras y senadores, los hombres se siguen moviendo con total impunidad a la hora de demandar mujeres por sexo o, mejor dicho, por poder”.
“Aborto legal, seguro y gratuito, ya. Aborto ilegal, nunca más. Muchas gracias”.
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