
En medio de fuertes incidentes y momentos de tensión absoluta fuera y dentro del Congreso por el tratamiento de la reforma previsional, el oficialismo buscaba lograr quórum mientras que la oposición reclama que se suspenda el debate, a raíz del fugaz paso por comisión y del escándalo que se desató en la previa.
Así sucedía luego de una demora de más de media hora y del pedido de la oposición de levantar la sesión especial para tratar la polémica iniciativa. En el ingreso al recinto se habían registrado empujones, gritos e insultos entre los diputados opositores y personal de seguridad.
Pese a que habían pasado más de 30 minutos -reglamentarios- del horario convocado, el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, dio por iniciado el debate desatando la polémica entre los legisladores, en un clima de gritos y exigencias. Hasta llegar el turno de la aliada de Cambiemos, Elisa Carrió, quien pidió que se levante la sesión. Noticia en desarrollo.
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