
Unos 1.930 metros cúbicos de carga general y frigorizada, cerca de 300 tubos de gas, y unos 1.600 metros cúbicos de combustible antártico fueron trasladados hacia las trece bases argentinas en la Antártida en 290 días de navegación y 1.000 horas de vuelo por los buques y aviones de las fuerzas armadas en los últimos cuatro meses, en el marco de la Campana Antártica de Verano.
Los buques y aviones debieron replegar unos 600 tubos de gas y 600 metros cúbicos de residuos, además de ocuparse del traslado de más de un millar de efectivos e investigadores que participaron de la actividad antártica durante el verano.
Cerca de 200 científicos y militares deberán invernar esta temporada en las seis bases permanentes de Argentina en la Antártida: Esperanza, Orcadas, San Martín, Belgrano, Marambio y Carlini. Mientras que las bases Petrel, Brown y Primavera sólo funcionan durante el verano cuando, además, se aprovechó para enviar personal para reparar las bases Decepción, Melchior, Cámara y Matienzo.
La Campaña Antártica de Verano (CAV) número 116 estuvo bajo el control operacional del Comando Conjunto Antártico (Cocoantar), dependiente del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, y contó con la participaron de más de 1100 integrantes del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea,
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