
El nuevo esquema se integra al sistema de débito sin necesidad de que los clientes gestionen nuevos plásticos. Solo es requisito contar con una cuenta en dólares a nombre del titular de la tarjeta. Así, el proceso de pago se mantendrá similar al habitual, con la diferencia de que el primer paso consistirá en seleccionar la moneda de la transacción en la interfaz del terminal.
Para los comercios, la incorporación de la opción bimonetaria implica registrar una cuenta en dólares en su entidad adquirente, lo que se realiza de manera inmediata y sin necesidad de reprogramar los terminales POS. Empresas como Payway ya se encuentran trabajando en la homologación de sistemas para facilitar esta transición y ofrecer una experiencia fluida tanto en pagos presenciales como online.
Entre las innovaciones del sistema, destaca la posibilidad de abonar en cuotas montos fijos, una funcionalidad derivada del Debin Programado. Esta modalidad permitirá dividir el total de una compra en pagos mensuales, siempre que el comercio acepte este tipo de operación. Además, a partir del 1 de abril se habilitará el uso de códigos QR interoperables, lo que expandirá aún más las opciones de pago.
La puesta en marcha de esta alternativa será gradual, ya que depende tanto de la disposición de los comercios a sumarse como de que algunos adquirentes y subadquirentes, como Mercado Pago, ajusten ciertos aspectos técnicos ante el Banco Central. Entre estos ajustes se encuentra la discusión sobre la creación de una Clave Virtual Uniforme en dólares, similar a la actual CBU.
Emiliano Porciani, Chief Business Officer de Payway, explicó que la medida pretende incentivar la competencia entre monedas. "La idea es brindar al vendedor y al cliente la libertad de elegir la moneda de pago, facilitando transacciones más competitivas y adaptadas a la realidad del mercado", afirmó.
Con más de 19,1 millones de cuentas en dólares activas en Argentina, la expectativa es que este sistema impulse significativamente el uso de esta moneda en transacciones cotidianas. Sectores como el turismo, inmobiliario y la venta de bienes suntuarios ya han mostrado interés en la modalidad, lo que podría dinamizar aún más el mercado.
Este nuevo sistema bimonetario se suma a los esfuerzos por modernizar la infraestructura de pagos del país, ofreciendo a los consumidores una opción adicional y flexible que responda a las demandas de un entorno económico en constante cambio.
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