
Durante más de cinco años, Valeria y su familia convivieron con una situación que definió como “insoportable”: un vecino que no solo maltrataba sistemáticamente a sus animales, sino que también era violento con las personas de su entorno. La gota que colmó el vaso ocurrió el pasado 16 de marzo, cuando se difundió un video estremecedor que mostraba cómo este hombre ahogaba a su propio perro. A partir de ese hecho, la justicia finalmente intervino.
Valeria relató con dolor: “Esa vez que mostramos el video, él me amenazó. Me lo contó un chico que trabaja en zoonosis. Por eso hice la denuncia y una prohibición de acercamiento. A partir de esa denuncia, la justicia actuó y le sacaron los animales”.
Valeria explicó que fueron muchos los intentos por frenar el maltrato. “Hice varias denuncias. Una vez fui a darle comida y agua a los animales y la mujer que vivía con él me quiso pegar con una pala. Yo estaba embarazada. Fue hace como dos años. Después seguí denunciando, pero parecía que no pasaba nada”, contó.
Según relató, el maltrato era evidente y constante. “Los perros se escapaban por hambre y venían a casa. Incluso, una vez, unos vecinos vieron cómo se comían un caniche debajo de una casilla. Era un horror. Vivimos años así”, lamentó.
La situación también afectaba a la seguridad de los vecinos. “Estos perros muchas veces se peleaban a muerte entre ellos. Nosotros tratábamos de separarlos afuera de casa. Además, los vecinos del costado escuchaban todo, pero nunca dijeron nada. Nunca se tomaron el trabajo de denunciar”.
Aunque valora que finalmente se haya hecho justicia, el miedo persiste. “Tengo miedo de salir. No sé si este hombre está preso. Me dijeron que había tres detenidos, pero no lo sé con certeza. Estaba sola con mi bebé cuando pasó todo. No sé de qué puede ser capaz”, dijo con angustia.
Valeria aseguró haber escuchado que el agresor también era violento con su pareja. “Ella también era cómplice del maltrato. Y también, según lo que supe, él le pegaba. Es una persona violenta con todo su entorno”.
A pesar de todo, Valeria se muestra firme en su decisión: “Me siento bien porque hice lo que tenía que hacer. Denuncié. No fui cómplice. Y aunque tengo miedo, sé que actué bien”.
Finalmente, hizo un llamado a la conciencia y a la acción: “Si no podés mantener un animal, lo das en adopción. La castración es gratuita. No entiendo con qué necesidad los tenía atados. Decía que traía comida, pero en realidad bajaba herramientas de la camioneta. Era todo mentira. Era una barbaridad lo que hacían”.
El caso está siendo investigado por las autoridades. Los animales retirados del domicilio fueron examinados y puestos a resguardo.
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