
El párroco de la iglesia María Auxiliadora, ubicada en la calle Transporte Villarino Nº 450 de la ciudad de Ushuaia denunció que a las 12:45 horas de la fecha entró por el templo hacia los salones internos (donde permaneció) y para entonces no estaba nada fuera de lugar.
El padre volvió nuevamente al lugar cerca de las 16:00 horas, cuando observó que la ranura de la pared (de material ligero) por donde se ingresaba las limosnas estaba agrandada, siendo este orificio en la pared reciente.
Por el hecho acontecido se comunicó rápidamente al 101, al llegar los uniformados constataron que se trataba de un hurto. El párroco le manifestó a los efectivos que desde que se hizo cargo de la institución religiosa una persona que asiste al lugar le ha molestado su designación. La policía se encuentra trabajando sobre esta pista para esclarecer la causa.
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