
La expresidenta renovó sus críticas al gobierno de Javier Milei y denunció que el actual modelo económico “se agota”, reiterando que la Argentina “vuelve a endeudarse sin ver una sola obra terminada”. Frente a la histórica sede del Partido Justicialista (PJ) en la Capital, detalló un panorama de ajuste que —según dijo— se refleja en rutas deterioradas, hospitales desfinanciados y un virtual desmantelamiento del Conicet.
Minutos antes, Kirchner había encabezado el homenaje a los fusilados de José León Suárez y remarcó que aquella masacre “abrió la verdadera grieta”: “La sembraron los gorilas”, sentenció. Ya afuera, entre cánticos y bombos, saludó a la militancia con su histórico “siempre los peronistas en la calle”.
La vicepresidenta 2003-2007 rechazó la versión de un inminente fallo de la Corte Suprema que podría dejar firme su condena: “¿Creen que van a arreglar algo con meterme presa? Yo podré estar presa, pero ustedes van a estar peor”, lanzó, desatando la ovación.
En un tramo encendido, acusó al autodenominado Partido Judicial de “disciplinar voces” y sostuvo que “bastó que anunciáramos una candidatura para que se desataran los demonios”, comparando la política económica actual con la de Martínez de Hoz y la convertibilidad de los ’90.
Kirchner subrayó que la Argentina “alguna vez tuvo industrias fuertes y empleo de calidad”, donde “las familias podían soñar con mandar a sus hijos a la universidad”; por eso instó a “sentarse en serio a discutir qué nos pasó” y a reconstruir la Resistencia Peronista en clave contemporánea.
Entre banderas y pancartas, la multitud coreó consignas clásicas y pidió “unidad” para enfrentar el rumbo oficial. Legisladores, intendentes y referentes gremiales acompañaron el mensaje de que “el pueblo siempre regresa”, reflejo —dijo— de un peronismo que “cambia de nombre y forma, pero nunca desaparece”.
Antes de retirarse, ubicó la batalla económica en el centro de la escena: “Con cada nuevo tramo de endeudamiento se achica el futuro de los argentinos”. E insistió en que “cuando este experimento fracase, necesitamos algo organizado que lo reemplace”.
El acto cerró con la Marcha Peronista y la promesa de sostener movilizaciones. “No nos van a asustar, ni a callar”, advirtió la exmandataria mientras los bombos marcaban el paso de la próxima convocatoria.
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