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Provinciales

El investigador Levornia detalló como se desarrollan los estudios sobre la diversidad de líquenes en TDF

El docente investigador del instituto de Ciencias Polares, Ambiente y Recursos Naturales (ICPA-UNTDF), Juan Manuel Levornia, habló sobre el amplió trabajo que viene llevando en conjunto del Museo del Fin del Mundo el cual se basa en identificar los diferentes tipos de líquenes que hay en la provincia con el objetivo de que toda la información que se obtenga sobre estos estudios, sean sistematizada es una base de datos y que la comunidad científica o el público en general, pueda acceder y conocer todo sobre esta especie que se puede visualizar en los distintos ambientes naturales fueguinos.

En primer lugar, el investigador del ICPA, Juan Manuel Levornia puntualizó en lo que ocurre en la provincia de acuerdo con la investigación que viene desarrollando “la verdad que Tierra del Fuego es una provincia que se destaca por la riqueza de líquenes, briofitas y hongos, y es por eso que desde hace siglos diferentes naturalistas que pasaban por acá, venían realizando colectas de estas especies, sorprendidos por la gran diversidad que había”.

Entonces, hizo hincapié en el proyecto que viene llevando adelante con el Museo del Fin del Mundo “comenzamos este proyecto donde buscamos relevar y sistematizar toda la información. Además de generar una colección para que esta información esté disponible para la comunidad científica fueguina y para la comunidad en general, considerando la biodiversidad de líquenes como patrimonio de todos los fueguinos, como algo que tiene que estar bien conocido y estudiado para que después se puedan desarrollar diferentes líneas de investigación”.

Remarcando que “muchos naturalistas han venido, llegamos a cualquiera de los museos más importantes del mundo, podemos encontrar líquenes fueguinos así en esas colecciones y, sin embargo, nosotros en la provincia no teníamos una colección de referencias, no teníamos materiales arborizados, ni siquiera teníamos sistematizada la información. Es por eso que, con el Museo del Fin del Mundo, comenzamos un proyecto conjunto para generar dos colecciones gemelas donde vamos relevando toda esta información, haciendo bases de datos y poniendo todo esto disponible para el sistema científico”.

En esa línea, Lervonia explicó que por el momento “tenemos unos 200 ejemplares que ya están arborizados, es más, creo que 288 tenemos en este momento y va a estar disponible para el público de acá a unos meses, porque todavía nos falta la parte final que es cargar esto en un sistema de información de biodiversidad para que cualquier persona pueda ingresar desde su casa, desde su computadora, a la colección, poder ver los diferentes talos en línea y toda la información que vamos cargando de cada uno de esos talos. También la podría ver físicamente, o a veces un investigador que necesita revisar algún ejemplar, podría hacerlo en la universidad donde resguardamos una de las colecciones o también en el Museo del Fin del Mundo”, adelantó.

Al ser consultado sobre las distintas propiedades farmacéuticas que contiene esta especia, el docente indicó que “en Argentina es una línea que no está tan desarrollada, en principio hay que explicar que los líquenes, además de la proteusnea que crece en todo y es tan llamativa, hay muchísimas especies de líquenes, algunas que son como nosotros llamamos ‘crustosas’, que parecen como una pintura. En las costas suele haber una coloración bien naranja en los roquedales costeros, eso también es un liquen, hay otro que crece sobre la corteza de los árboles que es como un verde fluorescente. Hay muchísimas especies de líquenes bien diferentes, y como son la simbiosis entre un hongo y un alga, esa interacción hace que el organismo genere metabolitos secundarios, que suelen ser ácidos de diferentes tipos, que tienen principios activos muy interesantes para la industria farmacéutica”.

Agregando que “una vez que determinamos la especie que tenemos enfrente, hacemos algunas pruebas para ver cuáles son los ácidos que contiene, a veces las pruebas las realizamos nosotros, también sistematizamos información de otras investigaciones que se hayan hecho, pero reunimos todo eso para anexarlo a la base de datos. En el país hay la verdad que hay unas pocas líneas, hasta hace un tiempo tuvimos una investigadora también de nuestra universidad que estuvo analizando diferentes principios activos en algunas especies”.

Pero, Levornia sostuvo que “una pista muy importante que nosotros tenemos para esto, es el uso que le daban los pueblos originarios y las protousneas que se distribuyen ahí, es un género que está en todos los bosques andinos patagónicos. La especie usnea, que es parecida, está en todo el país y todas las comunidades originarias, desde los mapuches, los guaraníes o los wichís, han utilizado con diferentes usos medicinales las usneas y protousneas porque el ácido único justamente tiene propiedades antibióticas”.

Al tener en cuenta estos antecedentes con fines medicinales, recalcó que “al sistematizar toda la información y hacer una gran base de datos, se van a poder desarrollar diferentes líneas de investigación, ya más específicas, con respecto a los principios activos para la industria farmacéutica, o para las tinturas, o gastronómico también podría ser ya que, se han encontrado diferentes usos”.

En cuanto a las demás investigaciones que se pueden realizar en base a este ejemplar, detalló que “otro uso que se ha empleado muchísimo es usar a los líquenes como indicadores. Los líquenes son sensibles a la calidad del aire, en muchos casos acumulan en sus tejidos algunos contaminantes que puede haber en la atmósfera y eso es una experiencia muy interesante para conocer el estado del medio. De hecho, en nuestro grupo, una estudiante de la licenciatura en Biología está haciendo su trabajo final empleando también una especie de usnea que hay en la ciudad para conocer la calidad del aire. Ese tipo de trabajos se han hecho en todo el mundo”.

Teniendo en cuenta el trabajo que está realizando la estudiante de la licenciatura de Biología, señaló que los líquenes “son organismos acumuladores, algunos son hiperacumuladores y si ya se llega a un nivel de contaminación muy importante, el organismo se muere. Es necesario siempre hacer estudios para conocer bien los organismos, para saber qué dosis pueden tolerar, con qué dosis pueden vivir, cuáles son las especies que desaparecen, esas son líneas que se han desarrollado en esta y en otras universidades”.

Por último, el investigador Juan Manuel Levornia indicó donde podemos encontrar esta especie de protousnea y cuáles han sido descubiertas hasta el momento “en general los encontramos sobre la roca, sobre la tierra o en la corteza de árboles. En algunos casos hay algunos líquenes que están en la zona intermareal, esa zona donde cuando la mar está alta, queda cubierta de agua y cuando la mar está baja, está al descubierto. También puede haber líquenes, pero no más allá, no más profundo que eso. Nosotros hemos encontrado algunos que no se sabía que estaban acá y como estamos haciendo un relevamiento exhaustivo, van apareciendo algunos que estaban, se sabía que estaban en otras provincias, pero todavía no se sabía que estaban en Tierra del Fuego. Probablemente hasta encontremos algunas especies que sean nuevas para la ciencia, sobre todo en esos que son crustosos que son muy adheridos al sustrato y parecen una pintura a veces, que no están tan estudiados porque son muy difíciles de estudiar, muy chiquitos, muy difíciles de manipular”, concluyó.

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