
La reciente eliminación de aranceles para la importación de celulares en Argentina generó expectativas en torno a una posible baja de precios en el país. Sin embargo, según explicó el licenciado en comercio exterior y despachante de aduana César Andrade, la diferencia de precios con Chile sigue siendo considerable.
“El decreto que eliminó los aranceles tuvo impacto en el continente, principalmente en celulares de alta gama que superaban los dos millones de pesos. Hoy están un poco más accesibles, pero aún así no se comparan con los precios que uno encuentra en Punta Arenas”, indicó Andrade en diálogo radial.
El especialista explicó que esta situación tiene directa relación con la cotización del dólar y con una estructura de precios que en Argentina “se había desmadrado por completo”. Aun con un dólar más estable en el último tiempo, la competencia de precios en el país vecino sigue siendo notoria. “Argentina es carísima, en celulares, en ropa, en zapatillas… en todo”, sentenció.
Como ejemplo, Andrade comentó que una zapatilla que en Argentina ronda los 180 a 200 dólares, en Chile puede conseguirse por la mitad o menos. Lo mismo ocurre con productos electrónicos y algunos alimentos.
Un dato clave para quienes cruzan al país vecino a realizar compras: la normativa vigente sobre el régimen de equipaje permite que cada persona adulta pueda ingresar bienes por hasta 300 dólares por vía terrestre sin pagar impuestos. Además, desde hace poco, los celulares, notebooks, ropa e incluso alimentos para consumo personal no computan dentro de esa franquicia.
Eso sí, Andrade fue claro: “Siempre para uso personal. Si traés cinco jeans iguales, ya no es personal. Pero si llevás una campera, un par de remeras y un pantalón, no tenés problema”.
Por otro lado, recordó que productos como la línea blanca y repuestos automotores siguen estando excluidos de este beneficio, y deben ingresar bajo el régimen formal de importación.
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