El presidente de la Cámara de Comercio de Río Grande, José Luis Iglesias, advirtió que el panorama actual para el sector comercial es “alarmante” y que las dificultades se intensifican mes a mes. En declaraciones a FM La Isla, señaló que el consumo en los locales físicos no repunta y que cada vez más operaciones migran hacia el comercio digital y los envíos puerta a puerta, lo que deja a los negocios tradicionales en situación crítica.

A pesar de la inflación, el volumen de ventas no supera los niveles de 2024, un año que ya había sido negativo. Iglesias explicó que muchos comerciantes recurren a reducir el stock para poder sostener su flujo de caja. “El efectivo se va en cubrir urgencias, y eso obliga a trabajar con menos variedad de productos”, comentó.

Uno de los mayores problemas es el endeudamiento creciente, tanto de consumidores como de comerciantes. Iglesias detalló que 9 de cada 10 ventas se hacen con tarjeta de crédito, pero el encarecimiento de las cuotas y la pérdida del poder adquisitivo llevan a que aumente la morosidad. “Incluso se usa la tarjeta para comprar alimentos, pero después no se llega a pagar. Esto impacta en toda la cadena”, remarcó.

En este contexto, la finalización del plan Cuota Simple —prevista para el 30 de junio— genera incertidumbre. Sin embargo, Iglesias adelantó que se están llevando a cabo negociaciones para dar continuidad a la herramienta en un nuevo formato: se evalúan planes de entre tres y doce cuotas, según el rubro, con tasas similares a las actuales, en diálogo con emisoras y la Cámara Argentina de Comercio.

Además, el dirigente mencionó que el comercio informal y las compras en el exterior, particularmente en Chile, siguen influyendo en la actividad local. Aunque considera que “ya no se viaja con la misma frecuencia”, reconoció que el fenómeno continúa afectando a los comercios riograndenses.

Por otro lado, criticó el peso impositivo, los incrementos de tarifas y las refinanciaciones, que achican aún más los márgenes. A pesar de que la AFIP habilitó planes de pago, Iglesias afirmó que, sin rentabilidad, esas medidas son solo parches temporales: “Cubren un mes, pero el problema vuelve al siguiente”.

En cuanto a infraestructura, lamentó que el proyecto del Puerto Seco, iniciado en 2002, permanezca estancado. “Es una obra clave que podría reducir costos logísticos y generar inversiones, pero sigue sin concretarse después de más de 20 años”, expresó.

Finalmente, Iglesias llamó a recomponer el tejido social y económico con un enfoque colectivo: “Apelamos a la solidaridad y al compromiso de todos los sectores para enfrentar el invierno. La situación es delicada y necesitamos trabajar juntos para sostener el comercio local”, concluyó.