
Aunque muchas veces invisibilizada, la desnutrición infantil sigue presente en Río Grande, tal como lo alertó la doctora Yanina Montenegro, pediatra y directora médica del programa CONIN. En una reciente entrevista con Radio Fueguina, la especialista confirmó que actualmente hay niños con distintos niveles de desnutrición en la ciudad, pero advirtió que muchos casos no logran ser detectados por el sistema.
Uno de los principales desafíos, según explicó, es la dificultad para llegar a todas las familias. “Muchos chicos no nos llegan, y no porque no existan. Simplemente no acceden al programa por distintas barreras”, afirmó Montenegro, quien también señaló que el programa está diseñado para atender a niños de hasta cinco años.
Desde la experiencia en CONIN, actualmente se asiste a chicos con desnutrición leve tipo 2 y moderada tipo 1, aunque la médica subrayó que esto no refleja la magnitud real del problema. “Ojalá pudiéramos cubrir a toda la población, pero sabemos que eso no sucede. Y sí, los hay, los ves en otros espacios, fuera de los canales institucionales”, comentó.
Uno de los indicadores más frecuentes que evidencian la desnutrición en la región es el retraso en la talla, más que el bajo peso. En palabras de la pediatra, “generalmente lo más afectado es el crecimiento en altura. El peso puede parecer normal, pero la talla está por debajo de lo esperado”. Para medir la gravedad de cada caso, se emplean tablas de percentilos, donde se consideran leves aquellos que están dos rangos por debajo del percentilo promedio, y graves cuando la diferencia alcanza los tres niveles.
Pese a la preocupación, Montenegro evitó dar cifras generales para no generar falsas alarmas. “No puedo decir que un niño de dos años debería pesar ‘x’, porque cada caso es particular y depende de su talla”, explicó. También remarcó que las comparaciones sociales tienden a confundir: “Me dicen ‘¡es re flaquito!’ y en realidad está dentro de los parámetros normales. Solo que es más bajo que sus compañeros, pero eso no implica automáticamente un problema”.
Más allá del análisis clínico, la doctora expresó su inquietud por las limitaciones que enfrentan para contactar a quienes más lo necesitan. “Esto es voluntario. No obligamos a nadie a venir. Y muchas veces, quienes están en situaciones más críticas, son los que menos acceden”, lamentó.
El programa CONIN Río Grande ofrece asistencia a través de un contacto directo por WhatsApp (2964 553638) e invita a las familias interesadas a acercarse. Aun así, la profesional recalcó que el mayor desafío sigue siendo alcanzar a esa porción de la población que se encuentra en los márgenes, fuera del radar de los sistemas de ayuda.
Vinculación con otras problemáticas
La situación de la desnutrición en Río Grande se suma a otras demandas sociales que se han intensificado en el último tiempo, como el aumento del desempleo, el encarecimiento de los alimentos, y la falta de acceso equitativo a los servicios básicos. En ese contexto, los efectos en la niñez comienzan a hacerse más visibles, incluso desde edades tempranas.
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