La planta electrónica FAPESA protagonizó una nueva ola de despidos en Río Grande, dejando sin trabajo a 85 operarios. La decisión sorprendió a los trabajadores, quienes aseguraron haber recibido garantías sindicales de continuidad laboral hasta fin de año, promesa que finalmente no se cumplió.

Uno de los afectados, Diego, manifestó su indignación en declaraciones a FM Fuego. Contó que él y muchos de sus compañeros llevaban entre dos y tres años trabajando en la empresa, con contratos que se renovaban trimestralmente. “No pensé que nos iban a tocar, pero nos tocó. Quedamos afuera”, expresó con bronca.

Según detalló, el recorte se comunicó de forma abrupta el día anterior, cuando les impidieron el ingreso y les retuvieron las tarjetas de acceso. La medida afectó especialmente a personal contratado desde enero y febrero, y dejó completamente vacías dos de las cuatro líneas de producción de la planta.

El despido masivo dejó una fuerte sensación de malestar entre los operarios. “Había compañeras llorando, una bronca enorme. Acompañamos siempre las marchas y las luchas, incluso con frío. Ahora nos dejan en la calle sin una explicación. Es una traición”, lamentó Diego.

También criticó la aparente arbitrariedad de la empresa al momento de definir los despidos, ya que algunos trabajadores con mayor antigüedad fueron desvinculados mientras otros con escasa trayectoria fueron retenidos.

En cuanto a la posibilidad de ser reubicados en otras plantas como Carrier o Radio Victoria, el trabajador se mostró escéptico. “Nos dicen que esperemos hasta el lunes, que nos van a llamar. Pero nadie confía. Esto nunca pasó antes”.

Muchos de los despedidos son sostén de familia y enfrentan ahora un escenario económico crítico. Además, remarcaron la ausencia del sindicato tras la desvinculación, pese a los compromisos asumidos previamente.

Los trabajadores organizan una movilización para el próximo 8 de agosto, con el objetivo de reclamar una solución urgente y visibilizar la situación.