
Lo que parecía un incendio menor terminó consumiendo la planta fabril ubicada en el parque industrial de Rio Grande. A pesar del esfuerzo de los bomberos y las fuerzas de seguridad, el fuego destruyó todo a su paso.
Ocurrió en la tarde del 22 de abril del año pasado cuando momentos de tensión se vivieron en la planta de calle Combate de Montevideo, ya que el siniestro inició en plena jornada laboral.
Según informó la Policía provincial, el gerente de producción de Australtex, Pedro Di Como, precisó que las llamas se originaron en el sector de máquinas.
En consecuencia, el fuego no pudo ser controlado por los trabajadores usando los sistemas contra incendios de la planta industrial y al llegar los bomberos, las llamas habían alcanzado otros sectores con material inflamable, por lo que todos los esfuerzos realizados resultaron en vano para poder detenerlo.
La planta quedó completamente destruida y las llamas tardaron más de 24 horas en ser totalmente controladas, con focos de reinicio permanente que obligaron a una guardia de cenizas del trabajo incansable de los bomberos.
A partir de ello la mayor incertidumbre se centró en el futuro de la empresa y las 230 fuentes laborales que contenía. Nadie podía prever en ese entonces que la firma rápidamente volvió a levantarse con el empleo progresivo de sus trabajadores a la par de una reconstrucción que está a poco de concluir con una inversión de más de 600 millones de pesos.
Hoy el personal de la Asociación Obrera Textil suma más de 200 personas empleadas con proyección a aumentar a futuro, a la espera de la conclusión de las obras de una nueva planta, en 365 días que fueron de la desazón a la esperanza para esta planta fabril.
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