En la noche de este miércoles, familiares, amigos y vecinos de Santiago Liquín se reunieron sobre la avenida San Martín, en el punto donde se encuentra la señalética vertical y la estrella amarilla que recuerdan al joven, a cuatro años del trágico hecho vial ocurrido el 28 de octubre de 2021. La emotiva manifestación, acompañada por velas, flores y música, fue un nuevo gesto de memoria y de reclamo de justicia.
Entre lágrimas, Mamerto Liquín, padre de Santiago, habló ante los presentes y expresó que “así como estamos hoy, seguramente si Dios nos permite, vamos a estar los próximos años para esta fecha, porque nos ha dejado una marca irreparable, una herida incurable que vamos a mantener hasta el fin de nuestros días”. Agradeció la presencia de los vecinos y describió el acompañamiento como “un mimo al alma”, aunque no ocultó el dolor que todavía atraviesa la familia por lo ocurrido y por lo que consideró una respuesta injusta del sistema judicial.
Durante el acto, el padre recordó el reciente fallo del Tribunal Superior de Justicia con asiento en Ushuaia, que absolvió a Germán Sopena, el conductor involucrado en el siniestro. “Hemos recibido otro golpe lamentó. Además de perder un hijo, recibimos esa noticia que nos hizo sentir que la justicia no existe para los que no somos parte del ámbito político”. Explicó que la resolución los tomó por sorpresa y que se sintieron “asesorados de manera deficiente”, lo que derivó en que el fallo quedara firme. “Nos dolió mucho, porque sentimos que se descuidaron cosas importantes y que no se hizo justicia. Eso duele el doble”, agregó.
Frente a los asistentes, Mamerto también compartió una reflexión que escribió para la ocasión, destinada a todos los conductores. “Respetemos los límites de velocidad, no nos distraigamos con el celular, usemos siempre el cinturón y seamos tolerantes. La seguridad vial es tarea de todos; mi vida y la de los demás importan. Conduzcamos con la cabeza, no con prisa”, expresó, pidiendo que la muerte de su hijo sirva para evitar nuevas tragedias en las calles fueguinas.
Mientras sonaba la canción “Estrellas de dolor”, la familia colocó un ramo de flores junto a la señal amarilla que lleva el nombre de Santiago. El silencio del momento fue interrumpido solo por los aplausos y los sollozos de quienes se acercaron a acompañar el homenaje. La madre del joven tomó luego la palabra y pidió “que no haya más estrellas amarillas en Río Grande”, apelando a la responsabilidad social y a la empatía al conducir. “Queremos que la historia de Santi sirva para que nadie más tenga que pasar por lo mismo. Cada una de estas estrellas representa una vida que no está, una familia rota”, dijo.
La hermana de Santiago, visiblemente conmovida, agregó que “el mejor homenaje que podemos hacerle a Santi es manejar con conciencia, respetar las normas y cuidar la vida de los demás”. Su mensaje fue recibido con profundo respeto por parte de los presentes, que permanecieron junto a la familia durante toda la ceremonia.
Mamerto Liquín, antes de retirarse, señaló que continuarán con el reclamo en el fuero civil, acompañados por el abogado Francisco Jiménez, con la esperanza de que se reconozca al menos una parte de su pedido. “Esperamos tener, aunque sea ahí, una mínima justicia”, expresó, y denunció que, a pesar de haber sido inhabilitado, el conductor sigue manejando vehículos. “Lo vimos en moto, en auto, incluso trabajando de chofer. Es una falta de respeto a nuestro dolor y una muestra más de impunidad”, afirmó.
El homenaje concluyó con velas encendidas y flores al pie de la señal, bajo un clima de recogimiento y compromiso. “Seguiremos viniendo cada año dijo Mamerto antes de despedirse, porque Santi nos dejó amor, pero también una causa que no vamos a abandonar: que haya justicia y que nadie más tenga que subir una estrella amarilla al cielo”.
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