La muerte de Miguel Maira, un trabajador boliviano de 35 años que perdió la vida en un incendio ocurrido el domingo pasado en la Margen Sur de Río Grande, está envuelta en un clima de dolor, sospechas y denuncias por discriminación. Su familia asegura que existen contradicciones en el caso, reclaman una investigación profunda y sostienen que no se les está brindando el acceso completo a la información oficial.

“Nos dijeron que, por ser bolivianos, no pidamos justicia. Pero mi cuñado era un ser humano, trabajador, y vamos a llegar hasta las últimas consecuencias”, manifestó entre lágrimas Luz Parada, cuñada de la víctima.

Según relatan sus allegados, Miguel mantenía una relación sentimental con la joven dueña de la vivienda en la que se produjo el incendio, una persona con la que también tenía un vínculo económico. La familia afirma contar con pruebas que incluyen transferencias de dinero por montos elevados y mensajes enviados desde el celular del joven. “Ella lo vivía. Lo tenía enamorado y le pedía dinero constantemente”, denunció Luz.

La familia asegura que aún no recibió el informe completo de la autopsia. Si bien la causa oficial de muerte es inhalación de humo, el cuerpo fue hallado completamente calcinado. “No entendemos cómo murió por humo si estaba encerrado y nadie lo ayudó. Nos dicen que gritaba pidiendo auxilio y nadie hizo nada. Encima, el hombre que le daba trabajo prefirió salvar sus cosas antes que ayudarlo”, expresó con indignación.

También apuntan a las versiones contradictorias de quienes estaban en la vivienda. “Primero dijeron que él había ido a hacer problema, después que intentó entrar por el techo para abusar de la chica, después que ella no estaba… hay muchas contradicciones. No concuerdan las declaraciones. Dicen que no lo conocían, pero tenemos las conversaciones y las transferencias”, señaló la cuñada de Miguel.

La familia sostiene que, además de las irregularidades en la causa, han sido víctimas de racismo institucional. “Nos dijeron que no íbamos a tener justicia porque somos bolivianos. Es inaceptable. No vamos a permitir que la muerte de Miguel quede en el olvido”, afirmó Luz.

El cuerpo de Miguel se encuentra aún en la morgue judicial y será entregado en las próximas horas. La familia recibió un tiempo limitado para despedirse. “Está calcinado. Nos dieron solo media hora para despedirnos. No lo podemos velar. Nos sugieren cremarlo directamente, pero sentimos que si lo cremamos es como si nunca hubiera existido”, agregó con profundo dolor.

Ante la falta de respuestas claras, los familiares decidieron contratar un abogado particular para impulsar la investigación, acceder al informe completo de la autopsia y exigir que se indague a fondo la relación de Miguel con las personas involucradas. “Hay cabos sueltos, mentiras, y nadie nos explica nada. Queremos justicia, no queremos que por ser extranjeros tiren la causa al cajón”, concluyó Luz.