El secretario general del Centro de Empleados de Comercio, Daniel Rivarola, alertó sobre la compleja situación que atraviesa el sector mercantil en Tierra del Fuego, con especial énfasis en la fuerte dependencia que mantiene el comercio respecto del funcionamiento de las fábricas y la actividad industrial.
En declaraciones a FM Aire Libre, Rivarola sostuvo que el sector cerró el año “con incertidumbre y preocupación”, en un contexto marcado por despidos, caída del consumo y un incremento de la informalidad laboral. Según detalló, durante el último año se perdieron alrededor de 160 puestos de trabajo mercantiles, una cifra que, si bien es menor a la registrada en 2024, sigue teniendo un impacto significativo sobre el empleo registrado.
El dirigente fue contundente al vincular la crisis comercial con la caída de la producción industrial en la zona norte de la isla. Señaló que rubros clave como la electrónica, el textil, el plástico y el petróleo atraviesan una retracción que se traslada de manera directa al comercio. “Son salarios que se pierden y que dejan de gastarse en los negocios. El comercio no puede levantar la situación solo, dependemos de que haya producción”, remarcó.
En que ese marco, Rivarola cuestionó la idea de que la apertura de nuevos locales pueda revertir la crisis. “No sirve abrir más comercios si no hay más sueldos. La plata es la misma y se reparte entre más actores, lo que termina generando más despidos”, afirmó, al advertir que la llegada de grandes cadenas no implica un aumento real del consumo, sino una redistribución de ventas ya existentes.
Otro de los puntos que preocupan al gremio es el crecimiento del empleo no registrado, que el dirigente estimó en torno al 20% dentro del sector. Explicó que muchas personas que pierden su trabajo intentan subsistir abriendo pequeños emprendimientos que no logran sostener personal formal. No obstante, diferenció esta situación de las ferias barriales, a las que consideró una alternativa de subsistencia frente a la falta de empleo.
Rivarola también se refirió al debate sobre la reforma laboral previsto para 2026 y advirtió que no observa políticas concretas orientadas a la generación de empleo genuino. “La única forma de crear trabajo estable es con más fábricas funcionando y mayor producción, y eso hoy no está pasando”, sostuvo.
Finalmente, advirtió que el próximo año estará atravesado por múltiples factores de incertidumbre, entre ellos la continuidad de la actividad industrial, la política arancelaria y el futuro de sectores estratégicos. “Si no hay una reactivación industrial real, el año que viene va a ser todavía más difícil para el comercio”, concluyó.
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