
Carmen Ovejero, madre de Karina —la mujer que falleció en el trágico accidente ocurrido el pasado 18 de mayo en Río Grande—, compartió su testimonio, relatando el drama que atraviesa su familia tras la pérdida de su hija y la delicada situación que enfrentan sus dos nietos, quienes también viajaban en el vehículo.
En un relato cargado de dolor, Carmen describió cómo atraviesan estos días marcados por la incertidumbre y el sufrimiento. Lautaro, el mayor de los hermanos, permanece en terapia intensiva, en estado crítico. “Lautaro, quien va a cumplir 11 el mes que viene, tiene un politraumatismo en la cabeza; no despierta”, explicó su abuela. “Le tuvieron que hacer dos cirugías porque su cerebro colapsó con los golpes y se inflamó. El viernes volvió a cirugía. Está en estado estable pero crítico, y es muy poquito lo que evolucionó. Pero tenemos la esperanza de que va a salir. Tenemos esa esperanza”.
Mientras tanto, el menor de los hermanos, Dylan, de 7 años, presenta signos de mejora, aunque aún podría necesitar otra intervención. “Estamos en la espera de que, como ya saben, mi nieto el mayorcito sigue en estado crítico. Todavía está en terapia intensiva. El más chiquito ya está un poquito más mejor, pero también entraría otra vez en cirugía en unos días más. Y acá estamos, tristes, con todo lo que estamos pasando”, contó Carmen.
La abuela recordó con cariño la vida familiar antes del accidente: “Dylan, que tiene 7 años, es el más chiquito, y Lautaro, que va a cumplir 11 años el mes que viene, ya estaba preparando su cumpleaños. Ellos iban teniendo una vida muy buena. Mi hija, una excelente mamá, y su esposo, un papá que siempre está para sus hijos. La verdad, esto es muy triste porque nos cambiaron la vida totalmente”.
Sobre el estado actual de Dylan, añadió: “Contra todo pronóstico, con lo mal que estaba, está bien. Se pudo comunicar ayer. Le contamos lo que pasó, y preguntaba mucho por su hermano, por Lautaro. Le dijimos que Lautaro todavía no está mejor y sigue internado”.
El parte médico más reciente sobre Lautaro tampoco trajo demasiadas novedades, aunque hay pequeñas señales de alivio. “Ayer nos dieron el parte de la mañana de que Lautaro todavía no sale de su estado crítico, pero que su cerebro se acomodó un poquito tras la cirugía y le sacaron pedazos de hueso para que pueda ajustarse. La situación es muy difícil, muy difícil”, expresó la mujer.
Carmen también expuso las dificultades económicas y el desamparo institucional en el que se encuentra la familia: “Mi hija era ama de casa, y mi yerno hacía changas porque estaba sin trabajo. Se quedó sin empleo, y ahora, las dos abuelas vamos a hacernos cargo. Todo cambió totalmente. Solo pedimos cadenas de oración para que puedan salir”.
En ese sentido, lamentó la falta de acompañamiento por parte de las autoridades: “Nadie se acercó a nosotros ni la justicia ni las autoridades. Estamos muy consternados, peleando sola la familia”.
Respecto al accidente, Carmen defendió a su yerno y recordó su forma de conducir: “Mi yerno siempre fue prudente al manejar, siempre decía que cuando iba con su familia era otra cosa y que desde que tuvo sus hijos y su familia él era siempre prudente. Hemos salido de vacaciones, hemos viajado, porque siempre me llevaban a mí, hemos salido a Chile, siempre con una prudencia enorme que tenía”.
Finalmente, señaló con tristeza que tampoco han recibido contacto por parte de los ocupantes del otro vehículo involucrado: “Nadie de la otra familia tampoco se acercó a nosotros, nadie. No conocemos a nadie del otro vehículo tampoco, ni de la otra familia”.
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