
El escenario actual para el comercio local es alarmante. Así lo advirtió Luis Schriber, integrante de la Cámara de Comercio de Río Grande, quien expresó su preocupación ante la fuerte caída del consumo, el aumento de los costos fijos y el riesgo que esto representa para la sostenibilidad de los negocios y el empleo en la ciudad.
“La situación es desesperante, el comercio está en emergencia. Hoy la gente consume lo justo y necesario para llegar a fin de mes. Antes te pedían un kilo de carne, ahora te piden 12 mil pesos de picada, dos zanahorias, una cebolla. Todo medido, todo contado”, relató el comerciante en Radio Provincia, quien además tiene un local del rubro alimenticio.
La descripción del panorama se replica en distintos sectores: las personas ya no compran ropa como antes, dejaron de salir a comer afuera y priorizan solo lo indispensable. Esta retracción en el consumo está afectando directamente la rentabilidad de los comercios, muchos de los cuales ya están operando con lo mínimo o evaluando cerrar sus puertas.
Luis Schriber remarcó que la presión no viene solamente de las bajas ventas, sino también de los costos fijos que se han vuelto impagables. “La luz me subió de 50 mil a 500 mil pesos. El gas, de 8 mil a 50 mil. El alquiler, las prepagas… todo se fue por las nubes. No es que los comerciantes no queremos sostener los locales, es que no se puede”, enfatizó.
Además, señaló que varios comercios ya comenzaron a reducir personal o directamente cerraron. “Hay locales que ya bajaron las persianas o trabajan con una sola persona porque no pueden pagar sueldos ni cargas sociales. Esto nos duele porque son compañeros, son vecinos que pierden su fuente de ingreso”.
En ese marco, Schriber advirtió que si no se toman medidas urgentes, la situación va a empeorar. “Estamos hablando de una ciudad que se mueve en gran parte por su comercio y su pyme. Si esto se cae, se va a resentir toda la economía local. Y detrás de cada comercio que cierra hay familias que se quedan sin sustento”.
Por último, pidió que se escuche al sector y se generen respuestas desde todos los niveles. “Necesitamos que se actúe antes de que sea demasiado tarde. No queremos subsidios ni privilegios, queremos poder trabajar sin asfixiarnos. Queremos mantener las persianas abiertas y sostener el empleo de nuestra gente”.
Compartinos tu opinión