
Río Grande sigue esperando un fallo definitivo en el caso de Agustina Varela, la niña de 3 años que falleció en 2006 tras recibir una brutal golpiza. Su madre, Rosalía Varela, relató a este medio la frustración y el cansancio que implica un proceso judicial que se prolonga por casi dos décadas.
Agustina fue dejada al cuidado de su entorno familiar y, pocas horas después, fue hallada con claros signos de maltrato. Lucas Gómez, acusado del hecho, fue condenado en 2017 a 15 años de prisión, pero continúa en libertad debido a apelaciones y demoras judiciales.
“Es desgastante tener que salir a todos los medios para pedir justicia cuando el Superior Tribunal debería haberlo resuelto hace rato”, aseguró Rosalía Varela en Fm del Pueblo. Según la madre, el sistema penal argentino es “macabro”, y la dilatación de los procesos judiciales genera un desgaste emocional profundo para las víctimas y sus familias.
Actualmente, el caso se encuentra en la instancia de casación solicitada por la defensa, y los jueces designados son Acosta, Fernández y Leonelli. La expectativa es que el tribunal se pronuncie en un plazo de 20 a 30 días, aunque no hay certezas sobre la resolución final.
Varela hizo un llamado a la comunidad a sumarse a la campaña en redes sociales bajo el hashtag #JusticiaPorAgustina, con el objetivo de mantener viva la memoria de su hija y presionar por una resolución definitiva. “Nos sentimos acompañados por quienes replican los mensajes y brindan apoyo, eso ayuda muchísimo”, aseguró.
El caso de Agustina se convirtió en un símbolo contra la violencia infantil y la impunidad en la región, y mientras tanto, la comunidad de Río Grande sigue pendiente de una justicia que, según la madre, debería haberse concretado hace casi veinte años.
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