En medio de subas casi semanales de los combustibles líquidos, el gas natural comprimido vuelve a pisar fuerte entre los automovilistas de Río Grande. Benito Quintero, gerente de GNC Draco —la única estación de GNC de la ciudad— aseguró que el gasto en movilidad puede reducirse “a la mitad o más” frente a la nafta, un alivio que muchos conductores recién dimensionan cuando comparan cuánto consumen en un tanque semanal.

Con más de veinte años en el rubro, Quintero describió un repunte sostenido de consultas: “La brecha de precios y la posibilidad de financiar la instalación están empujando a mucha gente a dar el paso. Las familias hacen cuentas y ven que el esquema actual con nafta ya no cierra”, señaló en diálogo con FM del Pueblo.

El ejecutivo indicó que el kit completo para convertir un vehículo se ubica hoy alrededor de $1.450.000. “A varios usuarios les sorprende porque esperaban un monto mayor”, comentó. La comparación mensual, añadió, “termina inclinando la balanza: lo que se paga con gas frente a la nafta marca una diferencia enorme”.

Para facilitar el acceso, Draco ofrece planes propios y opera con todas las tarjetas de crédito, además de estar reactivando un convenio con el Banco de Tierra del Fuego. “La idea es que nadie quede afuera por falta de financiación”, remarcó.

Respecto de la recuperación de la inversión, Quintero fue categórico: en vehículos de trabajo, transporte público o de uso intensivo —incluidos los choferes de aplicaciones como Uber— la amortización puede concretarse en pocos meses.

La tendencia también se explica por el clima económico: la inflación y la caída del poder adquisitivo reordenaron prioridades en los hogares. En ese contexto, el gerente subrayó que el GNC no solo representa un ahorro inmediato, sino que permite “prever con más claridad el gasto mensual en combustible”, una previsibilidad clave para quienes dependen del auto a diario.