En diálogo con FM Aire Libre, Miriam Hernández, exempleada del Registro del Automotor N°1 de Río Grande, relató la difícil situación que atraviesan las trabajadoras tras el cierre del organismo, ocurrido semanas atrás.

El registro, ubicado sobre calle O'Higgins permanecía cerrado desde hace varios días, dejando paralizados numerosos trámites y generando preocupación tanto en los empleados como en la comunidad. Según se informó, la decisión se tomó debido a los problemas de salud de la propietaria, Ana María Mingorance, aunque no se brindaron explicaciones oficiales ni soluciones concretas.

“Estamos en la misma situación que antes, nada más que ha transcurrido mucho tiempo. Nos debían los meses de agosto y septiembre y seguimos igual. La verdad que no solo nos perjudican a nosotras como trabajadoras, sino también a la población, porque la gente pagó sus trámites y hay muchos que quedaron sin resolver”, expresó Hernández.

Según la trabajadora, el apoyo legal designado por la familia Gallardo–Mingorance despidió al personal “sin presentarse ni mantener una conversación” y sin pagar los sueldos adeudados ni las indemnizaciones correspondientes.

“Nos mandaron las cartas documento despidiéndonos, sin siquiera hablar con nosotros. Supuestamente se había vendido una camioneta, pero no han depositado nada en los sueldos. No hay nada”, afirmó.

Hernández explicó que están representadas legalmente por el abogado Rubio, quien lleva adelante las acciones judiciales, aunque hasta el momento no se obtuvo una respuesta favorable. “Seguimos en la misma. Somos gente grande, necesitamos remedios, obras sociales, todo cuesta plata y no tenemos ingresos”, dijo con preocupación.

La trabajadora, con 38 años de servicio, recordó con afecto a la expropietaria del registro:

“Estuvimos siempre al lado de Ana María Mingorance, nunca nos falló. Los sueldos se pagaban en fecha, los aguinaldos también. Si había poco trabajo, buscaba la forma de arreglar. Pero en este caso no hubo diálogo, no hubo nada. Es la primera vez que un registro cierra sus puertas sin avisar a nadie”.

Consultada sobre los responsables actuales del registro, Hernández indicó:

“La suplente era la hija, Carina Gallardo, y junto con su padre, Ramón Gallardo, son los curadores judiciales. Ellos son los apoderados legales”.

Respecto de los trámites pendientes, la situación es crítica:

“El registro nunca tendría que estar cerrado, no se puede cerrar ni por duelo. Hay muchísimos trámites sin entregar y la gente no puede hacer nada. No se puede sacar ningún vehículo ni moto de la provincia. Es así de grave”.

Finalmente, Hernández cuestionó duramente a quienes tomaron el control del registro: “El contador Gallardo no sabe nada del tema registral, no es su rubro. Llegó, tomó la posición judicialmente y directamente nos echó. Nunca negoció con nosotros. Lo que hicieron con nosotras es una vergüenza”.

Con más de cinco décadas de funcionamiento, el Registro del Automotor N°1 de Río Grande se encuentra cerrado, dejando a sus trabajadoras sin empleo, sin sueldos y sin indemnizaciones. Mientras tanto, los trámites de cientos de usuarios permanecen detenidos, a la espera de una resolución por parte de la Dirección Nacional de Registros de la Propiedad del Automotor.