Familias de estudiantes del turno tarde del Politécnico Malvinas Argentinas, ubicado en la Margen Sur de Río Grande, manifestaron su preocupación por una serie de situaciones que, según relataron, afectan el clima escolar y vulneran derechos básicos de los alumnos. En diálogo con Minuto Fueguino, una madre contó con detalle los hechos ocurridos durante la última semana y pidió la intervención urgente de las autoridades del Ministerio de Educación.

La mujer relató que el pasado viernes los estudiantes fueron retenidos dentro del establecimiento más de media hora después del horario de salida, una medida que calificó como arbitraria y sin comunicación previa a las familias. “El día viernes, los chicos que salían 18:50 los retuvieron hasta las 19:15 o 19:20, porque uno de los chicos había tirado un avioncito de papel que le pasó muy cerca a la vicedirectora y ella quiso llamar a la reflexión de que se haga cargo el responsable. Los quería dejar hasta las 19:30 adentro de la institución”, explicó.

Según el testimonio, ninguno de los padres fue notificado de lo que estaba ocurriendo, lo que generó una gran preocupación entre quienes esperaban a sus hijos. “Nuestros hijos son menores de edad y muchos papás les ponemos pautas. En mi caso, si mi hija sale 18:50 tiene 20 minutos para llegar a casa. Es una cuestión de orden familiar, y cuando llega más tarde de lo permitido tiene otro problema dentro del hogar”, sostuvo.

La situación se tensó aún más cuando una de las alumnas decidió retirarse del edificio por una puerta de emergencia, al no estar de acuerdo con la medida impuesta. Según la denunciante, la escuela contactó luego a varios padres y madres para informarles del episodio, sin brindar explicaciones sobre las causas de la retención prolongada.

La madre también señaló que existen otros hechos preocupantes dentro del Politécnico, vinculados al control excesivo sobre los alumnos, entre ellos la revisión de mochilas sin autorización y restricciones para el uso de los baños. “A uno de los compañeros le estaban requisando la mochila. La vicedirectora dijo que eso era imposible, pero mi hija le mostró el video donde tanto ella como la preceptora le estaban revisando la mochila. Era un menor de edad y no había motivo. Para eso tendría que haber una orden judicial”, afirmó.

De acuerdo con su relato, el acceso a los sanitarios estaría limitado a los recreos, y se realizarían controles sobre la cantidad de veces que los estudiantes pueden ingresar. “Durante la jornada los baños están cerrados continuamente y los abren solamente en el recreo. A su vez, controlan cuántas veces entran los chicos. A un compañero de mi hija le mandaron una nota porque había ingresado tres veces al baño en el recreo. No me parece la manera de solucionarlo”, expresó con indignación.

Las familias aseguran que estas medidas generan un ambiente de tensión y desconfianza, afectando el bienestar y la concentración de los jóvenes. Según manifestaron, los preceptores serían los encargados de controlar el ingreso a los baños y registrar las salidas, mientras que en algunos casos, cuando se producen sanciones grupales, los alumnos son retenidos dentro de las aulas o pasillos sin posibilidad de retirarse.

En ese contexto, los padres evalúan solicitar la intervención del Ministerio de Educación y Supervisión Escolar, con el objetivo de que se realice una inspección en el establecimiento y se garantice el cumplimiento de los derechos de los estudiantes. “Le pedimos al Ministro que se acerque al establecimiento o que envíe supervisión escolar para ver todos los detalles de lo que está pasando. A los chicos tampoco los dejan crear un centro de estudiantes, y eso sería muy importante para que puedan plantear ideas o reclamos”, sostuvo la madre en diálogo con este medio.

El reclamo no se limita a un hecho puntual, sino que plantea un problema estructural en el manejo del turno tarde, donde los alumnos aseguran sentirse restringidos y desoídos. Según los testimonios, las condiciones actuales no favorecen el desarrollo educativo ni emocional de los jóvenes, y las medidas disciplinarias aplicadas carecerían de diálogo y acompañamiento pedagógico.

De acuerdo con lo expresado por las familias, los estudiantes planean realizar una sentada pacífica dentro del colegio en los próximos días, con el fin de visibilizar su malestar y exigir cambios en la conducción institucional. El pedido central es claro: que se garantice un ambiente escolar basado en el respeto, la confianza y el acompañamiento, donde los adolescentes puedan expresarse y participar activamente en la vida escolar sin miedo a sanciones desmedidas.

En tanto, los padres y madres esperan una respuesta concreta de las autoridades educativas que permita esclarecer los hechos y restablecer la tranquilidad dentro del Politécnico Malvinas Argentinas. “No se trata de generar conflicto, sino de cuidar a nuestros hijos y asegurar que estén en un lugar donde se sientan respetados y escuchados”, resumieron.